Pocos podíamos esperar, entre los que me incluyo, el nivel tan elevado que ha alcanzado Stefan Savić en el Atlético de Madrid. Es cierto, que el habitual entramado defensivo potencia las virtudes y esconde los invisibles y posibles defectos del central montenegrino, pero no se puede decir que no haya tenido partidos con los que sufrir con los contragolpes y con metros a la espalda y no haya salido victorioso de esos envites.
Hace ya cinco años que en la ‘operación Jovetic’, el ídolo viola que se fue a Inglaterra, entró un imberbe muchacho al cual sacaron demasiado pronto del Partizan. Savić no se aclimató a Manchester en un proyecto con poca paciencia para el aprendizaje. La Fiorentina cambio a su ídolo, el estilista forjado al pie de la Galleria degli Uffizi por otro montenegrino, Stefan Savić, un central con una buena planta al que le faltaban minutos a sus 21 años, un ‘tallo’ de 189 centímetros que empezaba su camino con bigote renacentista en la ciudad más bonita de este planeta.
Tras una clásica operación de la directiva rojiblanca en el que las artes oscuras y la nula transparencia hacían gala una vez más, llegó Stefan Savić desde la Fiorentina a cambio de Mario Suárez y unos millones de euros que vete tú a saber cuántos fueron. En Florencia cuajó 3 temporadas regulares, aunque hubo fallos que costaron goles y se ganó cierta fama de central lento. Sus más de 100 partidos en 3 años atestiguan una regularidad, sin alardes, sin ruidos y sin exhibiciones de YouTube pero con un dominante juego aéreo correctivo, colocación, y una capacidad innata para aprovechar el momento y el lugar para meter la pierna y llevarse limpiamente el balón, virtudes que no pasaron desapercibidas para Andrea Berta, principal valedor de la operación satisfaciendo los deseos de Mario Suárez de salir en busca de más minutos y de Simeone, de contar con un nuevo central tras la marcha de Joao Miranda al Inter de Milán.
Savic y Neymar, duelo de contrastes | Getty Images
La pareja Godín – Giménez fue la preferida de Simeone durante el primer tramo de la temporada pasada. A todos los nuevos fichajes siempre les costó arrancar minutos en los comienzos de Liga, Stefan Savić no fue la excepción, y robar minutos al sólido eje uruguayo le costó varios meses. De hecho, hace precisamente un año que debutaba con el Atlético en un encuentro ante el Getafe. En total 20 partidos la temporada pasada mostrando un buen nivel sin actuaciones para el recuerdo. Sobriedad y silencio para el sistema defensivo formado por Simeone, tapando agujeros, defendiendo bajo, realizando coberturas a banda.
El curso y desarrollo de la pretemporada rojiblanca mostró que Savić era el elegido para partir en el eje junto a Godín. Esa sobriedad sin fallos conquistó a Simeone en detrimento de un Giménez más visceral y más joven y más propenso al error. El ‘Cholo’ le dio la alternativa y responsabilidad a partir de la primera jornada liguera, de hecho, el de Mojkovac ha jugado todos los minutos en la actual Liga bajo las mismas señas que mostraban los centrales clásicos. Colocación, dominio del juego aéreo, anticipación, decisión, cobertura y sobre todo, sin complicaciones, sin disonancias, sin excesos, sin creerse Beckenbauer. Hacer tu trabajo, y hacerlo bien. Anoche en el Camp Nou mostró todas las virtudes ante el equipo que mejor ataca en la zona de tres cuartos del campo, y fue el mejor de la defensa rojiblanca. Limitó a Suárez que apenas tuvo ocasiones de gol, y lo único que pudo marcar fue el taco sobre el pie de Filipe Luis, ayudó a Juanfran, que falta le hizo, en el flanco derecho ante ese peligro oxigenado llamado Neymar. Cubrió y cortó líneas de pase de Leo Messi y de Iniesta, y robó mil y un balones en la frontal, la MSN se quedó sin marcar en casa, gracias (en parte) a la actuación de Savić, un central perfecto para el Atlético de Diego Pablo Simeone.
Despejes de Savić en el Barça – Atlético | Fuente Squawka
Disparos interceptados de Savić en el Barça – Atlético | Fuente Squawka
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