Infierno. Una goleada en contra es la justificación perfecta para dar un puntapié definitivo a cualquier entrenador en situación complicada. Ya le pasó a Paco Herrera (cayó 4-0 en Getafe) y le acaba de ocurrir a Lucas Alcaraz, el segundo técnico destituido en lo que llevamos de Liga. Su equipo fue una caricatura en defensa ante la Real Sociedad (0-4) y el Levante, que va último tras sumar cinco derrotas, tres empates y una única victoria en nueve jornadas, no puede permitirse más fallos.
Penumbra. Sandoval huele a cadáver. Su Granada marcha penúltimo, con los mismos puntos que el colista, sin ganar desde la jornada dos y siendo incapaz de firmar un triunfo en Los Cármenes, agrandando un gafe que cada semana parece más difícil de esquivar. Ante el Betis, los nazaríes fueron mejores pero no supieron aprovechar las numerosas oportunidades fabricadas -ni el gran momento de Success-, y volvieron a dejar escapar los tres puntos por un error individual de peso que veremos más abajo en ‘En el malo de la película’.
Tormenta. Cada día son más valencianistas los que piden el cese de Nuno. Señalado desde la vergonzosa salida de Salvo y Rufete, ahora tampoco le acompañan unos números bastante pobres. Con la derrota en el Calderón -un partido donde el Valencia fue inferior casi de principio a fin-, el conjunto che marcha noveno, tras sumar sólo 12 puntos de 27 posibles. El crédito se le acaba al portugués, que sí ha conseguido dar la vuelta a la situación en Champions.
El gatillazo. La UD Las Palmas, dirigida ahora por Quique Setién, sacó un resultado positivo de su enfrentamiento ante el Villarreal, pero vuelve a ratificar su dificultad para ver puerta. Contando el del Submarino, ya son tres partidos consecutivos sin marcar, el sexto en el total de las nueve jornadas. Los canarios son, junto al Levante, el segundo equipo que menos goles marca en la Liga. ¿Falta pólvora en el ataque amarillo?
El ‘malo’ de la película. Los jugadores del Granada parecen querer abonarse constantemente a esta categoría. Si no es una expulsión, es una pérdida en el área o un gol en propia puerta, o lo que le pasó a Rubén Pérez ante el Betis. Con el marcador 1-0 y jugando mejor que los verdiblancos, el centrocampista sacó el brazo a pasear en un centro sin importancia y despejó el balón con la mano de forma claramente visible. Como si estuviera en una cancha de voleibol. Penalti, empate y otra victoria que se escapa en Los Cármenes. Y van…
Silbato oxidado. Uno de los protagonistas del Barça-Eibar fue su árbitro, Del Cerro Grande. Azulgranas y armeros se quejaron del colegiado madrileño por unas o por otras. Los de Luis Enrique, por el escaso castigo a los vascos, que se emplearon con dureza durante gran parte del encuentro, y por la expulsión de Mascherano, excesiva para éstos. Más importancia si cabe tiene la queja de los de Mendilíbar, que en su mejor momento vieron como Suárez empataba el partido con Sandro, su asistente, en claro fuera de juego.