Segundo Grand Prix del año para el judo internacional que se ha congregado nuevamente para dar captura a los 300 puntos que le corresponden al campeón del torneo, 180 al subcampeón, 120 al bronce, 60 para los quintos puestos y 48 para los séptimos.
Un botín muy sabroso a estas alturas de año y sobre todo de clasificación con el corte final estando cerca, los ánimos de los judokas con apetito voraz de puntos para preparar al detalle y sin nervios de última hora la gran cita de los juegos olímpicos el próximo agosto. El cierre se echará a finales de mayo con el Masters de Méjico para aquellos que estén entre los primeros del ranking y para el resto el asunto dará por finalizado con el Grand Prix de Almaty en Kazajistán a mediados del mismo mes.
Con todo este aderezo que sirve de guarnición al judo internacional el Mitsubishi Electric Halle albergaba su Grand Prix y presentaba record de participación con casi 550 judokas procedentes de 86 países, venidos de todos los continentes ante esta premura de hacerse con el billete olímpico o bien asegurarlo del todo, no hace falta que adivinar que aquí hoy en Dusseldorf se encuentra los más distinguido e insigne del judo mundial con todo un recital de palmarés a sus espaldas tanto de títulos olímpicos, mundiales o continentales.
En este brete se encontraban los integrantes del judo español que han actuado hoy sobre el tapiz, sin poder resolver las rondas preliminares para poder seguir en el cuadro de competición así capitulaban en -60 Kg. Joaquín Gomis, en -57 Kg. Jaione Equisoain y Conchi Bellorín, en -52 Kg. Laura Gómez. En -66 Kg. Sugoi Uriarte sucumbía ante el campeón del mundo de la categoría el coreano An baúl y el más avezado hoy ha sido el jovencísimo Fran Garrigós que llegaba a disputar un tercer combate pero cedía ante los envites del ruso y nº 3 del ranking Orkhan Safarov.
Mañana turno para Kiyoshi Uematsu y Javier Ramírez en -73 Kg. Adrián Nacimiento en -81 Kg. en -63 Kg. Isabel Puche y en -70 María Bernabeu.