Lo tenemos. Llevábamos muchos años demandando esto. Cansados del dominio aplastante de Mercedes, queríamos ver una lucha entre dos pilotos de dos equipos diferentes por el título. Este año lo tenemos y además con un duelo en el que van a saltar muchas chispas. El toque de Hamilton a Verstappen en la primera vuelta del Gran Premio de Gran Bretaña ha marcado el inicio de una guerra. Nada va a ser igual de aquí a final de temporada.
Red Bull ha sido mejor que Mercedes en las diez primeras carreras de la temporada. Llegados casi al ecuador, a pesar del mejor desempeño por parte de los austriacos, los puntos de ambos están prácticamente empatados tanto en pilotos como en equipos. Esto, en gran parte, es debido al toque que dejó fuera de carrera a Verstappen.
El holandés está firmando un inicio de año difícilmente superable. Siempre que ha cruzado la meta lo ha hecho en primera o segunda posición. Solo no ha terminado dos citas y han sido por motivos externos a él. De no ser por estos dos abandonos, llevaría seis victorias consecutivas.
Por su parte, Lewis Hamilton no está en su mejor año. Tras dominar los últimos tiempos en Fórmula 1 sin rival, se encuentra por primera vez con un contendiente que le está poniendo contra las cuerdas. En 2017 y 2018 Ferrari le puso las cosas difíciles durante gran parte de la temporada, pero finalmente acabó ganando holgadamente.
Este año la tendencia ha cambiado, y aún así seguimos viendo a Mercedes y Hamilton arriba a pesar de no dominar como en anteriores ocasiones. Esta es su principal baza. Aunque parezca que tienen debilidades, siempre consiguen estar en la pomada. A final de año, esto suele marcar la diferencia entre ser primero o segundo.
Nos espera una segunda mitad de campeonato realmente tensa. Ya el ambiente estaba enrarecido con las protestas de Mercedes contra Red Bull por su alerón trasero flexible. En la marca de bebidas energéticas no sentó muy bien esto. La tensión fue aumentando con una medida de la Fórmula 1 para ralentizar las paradas en boxes. Los austriacos son los más rápidos en este aspecto y se lo tomaron como un ataque. Todo esto ha sido el caldo de cultivo perfecto para que acabase estallando con el toque de Hamilton a Verstappen en Silverstone.
Las reacciones de Verstappen y su equipo tras este Gran Premio hacen llevar a la conclusión de que ha comenzado una guerra y que van a ir a ganar por lo civil o por lo criminal. En frente tienen a la marca que ha dominado en las últimas siete temporadas en la categoría, pero esto les da igual. No se van a amedrentar ante nada ni nadie. En Red Bull han visto una oportunidad y no la van a desaprovechar.
Al volante de su monoplaza tienen al piloto con la sangre más caliente de toda la parrilla. Un piloto con ansias de proclamarse campeón del mundo. Como rival, al piloto más laureado de la historia. Mercedes tirará de veteranía y no creo que se muestren muy beligerantes de cara al público. Red Bull hará todo lo contrario. Irán a ganar y aprovecharán cualquier oportunidad para que la llama de la guerra siga viva.
El Gran Premio de Gran Bretaña ha sido el detonante. Para el espectador, el mundial ha quedado precioso. Dos grandísimos pilotos con monoplazas que pueden estar muy igualados de aquí a final de año. Además, dos pilotos con carisma. Será una lucha sin cuartel por el título. El aspirante quiere su primera corona. El rey quiere ser el que más campeonatos tiene de toda la historia. Abróchense los cinturones, porque vienen curvas.
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