El Totocalcio en Italia es, a grandes rasgos, lo mismo que la Quiniela en España. Un número determinado partidos, 1 para la victoria local, X para el empate, 2 para la victoria visitante. Fácil. El Totalizzatore Calcistico -nombre oficial del Totocalcio- constaba de 13 partidos de los campeonatos italianos (Serie A, Serie B y Serie C principalmente) hasta el año 2003, cuando aumentaron el número 14. Y no funciona por jornadas o fines de semana, sino por días.
El caso. El 1 de noviembre de 1981, domingo, esta fue la schedina ganadora, con ocho partidos de Serie A, tres de Serie B y dos de Serie C. Sí, el Catanzaro estaba en la élite:
Ascoli-Como X
Bologna-Cesena X
Catanzaro-Milan 1
Fiorentina-Torino 1
Inter-Genoa X
Juventus-Roma 2
Napoli-Avellino X
Udinese-Cagliari 1
Cavese-Varese X
Lazio-Catania 2
Palermo-Perugia 2
Sanremese-Monza 2
Giulianova-Reggina 1
Hubo un acertante. Un señor, vendedor ambulante, de Martina Franca, una localidad de 50.000 habitantes en la provincia de Taranto en la Puglia, que selló el boleto en un pueblo cercano, Ginosa. Le tocaron 800 millones de liras, que al cambio resultan unos 400.000 euros de la época. Como para solucionarle la vida.
Casi 35 años más tarde, Martino Scialpi sigue intentando cobrar esa premio.
¿Qué ocurrió? Cuando Scialpi fue a reclamar el premio al estanco, no le pudieron dar el premio porque el boleto no constaba registrado y salió de allí con una denuncia por amenazas. El CONI y el Ministerio de Finanzas italiano, que controlan el juego del Totocalcio, siempre han negado que ese boleto jamás llegara a la central del Totocalcio en la zona, situada en Bari.
Según la defensa del CONI, el local en el que Scialpi había sellado el Totocalcio había pasado por varios y turbios cambios de propiedad y que la concesión no había sido renovada. Un tribunal de Roma dio la razón al CONI en 1985 pero el caso siguió dando tumbos de tribunal en tribunal y Scialpi llego a ser acusado de estafa. Fue absuelto después de que el Tribunal de Taranto, en 1987, seis años después, corroborara la autenticidad del Totocalcio ganador.
A Scialpi le devolvieron el boleto pero nunca el dinero y la jungla de procesos judiciales continuó y continúa. De hecho, Scialpi todavía tiene más de una treintena de procedimientos abiertos relacionados con este tema y ha perdido su casa y su trabajo durante esta maratón de juicios.
Scialpi se agarra a la sospecha de que el CONI manipuló y falsificó algunos documentos para bloquear el pago del premio. De hecho, en 2012 un juez civil obligó al CONI a pagar más de 2,3 millones de euros pero la ejecución del pago fue suspendida un año después ante los recursos del CONI, al que otros tribunales también han dado la razón en estos últimos tres años. De todos modos Scialpi aun reclama cerca de 4 millones de euros.
Para este 10 de febrero estaba fijado un acto de conciliación entre ambas partes para tratar de resolver un conflicto millonario que ya dura casi 35 años. ¿Habrá solución? Quién sabe, al fin y al cabo esto es Italia.