La victoria de Sergio García en el Masters de Augusta no sólo rubricó su exitosa carrera con un major tras tantos intentos fallidos, sino que también sirvió para colocar una piedra más en el legado del golf español.
El camino abierto por Severiano Ballesteros en 1979, cuando celebró su primer gran título en el British Open, lo continuó José María Olazábal en la década de los noventa y ahora tomó el testigo Sergio García. Se le esperaba hace muchos años, pero hasta el domingo en Augusta se había quedado siempre a las puertas del éxito, a veces incluso de forma cruel.
Esta fue la reacción del que muchos apuntan como el siguiente en esa lista, Jon Rahm, de 22 años y gran foco en España en los días previos al Masters. Por encima incluso de Sergio García.
Ballesteros, considerado el «padre» del golf español, ganó el British en 1979, 1984 y 1988 y triunfó en Augusta en 1980 y 1983. Olazábal, por su parte, se vistió dos veces la chaqueta verde, en 1994 y 1999. «Son los dos ídolos de toda mi vida», señaló Sergio García el domingo por la noche tras vencer al inglés Justin Rose, justo el día en el que Ballesteros, fallecido en 2011 por un tumor cerebral, hubiera cumplido 60 años.
«Hacerlo en su cumpleaños y unirme a él y a Olazábal, mis dos ídolos, es algo increíble», agregó el español de 37 años a los periodistas después de enfundarse por primera vez la prestigiosa chaqueta verde.
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Con su octavo major, España es el sexto país con más títulos en los cuatro torneos más importantes. Por delante están Estados Unidos, Escocia, Inglaterra, Sudáfrica y Australia. Por detrás hay países con enorme tradición como Irlanda del Norte, Alemania, Irlanda, Nueva Zelanda, Gales o Suecia.
Cuando «Chema» ganó su primer Masters en 1994, consiguió un «eagle» en el hoyo 15 de la ronda final. Sergio García lo repitió el domingo e incluso se quedó a centímetros de haber conseguido un «albatross», lo que le habría dado el título sin necesidad del desempate. «Fue uno de mis mejores golpes con un hierro 8», explicó Sergio García, número siete del ranking mundial.
El flamante campeón reveló además que Olazábal, que no pasó el corte en esta edición, le envió un mensaje de ánimo antes de la jornada decisiva. «Me dijo todo lo que él creía en mí y lo que yo tenía que hacer: creer en mí mismo, mantener la calma y no dejarme influenciar por lo que me ocurrió en el pasado», contó Sergio García.
Quizás en el futuro sea el propio García el que envíe un mensaje similar. Su destinatario podría ser Jon Rahm, que saltó al profesionalismo el año pasado. Rahm ganó en enero su primer título, el Farmers Insurance Open en el campo californiano de Torrey Pines, y está actualmente en el puesto décimo tercero del ranking mundial. En Augusta pasó el corte y finalizó en la vigésimo séptima posición tras estar gran parte del fin de semana en el «top 15» de la clasificación.
«Estoy feliz por ver a otro golfista español haciéndolo bien. Cuando ganó en Torrey se unió a José, a Seve y a mí como los únicos españoles en conseguir un título del PGA Tour. También estoy orgulloso de eso porque ayuda al golf en España y en todo el mundo», dijo Sergio García.