La tarde empezó rara, eso de verse en casa con el traje de visitante descolocó a un equipo acostumbrado a sus rayas rojiblancas, el Benfica tampoco utilizó su primer uniforme, sino la segunda equipación con camiseta blanca y pantalón rojo. Las cosas de la UEFA para que no coincidan los colores de ningún uniforme.
El Atlético comenzó avasallador como últimamente acostumbra, Óliver y Correa por dentro dejando libres los carriles para Juanfran y Filipe, las ocasiones comenzaron a sucederse con Jackson y Griezmann como delanteros, aunque hoy la puntería y la definición se quedó para el equipo visitante.
El nuevo niño de la afición ‘gambeteaba‘ por la zona de tres cuartos como si llevará 100 partidos con la rojiblanca, Correa lideraba desde la media punta y Óliver se incrustaba con Tiago en el doble pivote para dar mayor velocidad y circulación cuando el balón pasaba por allí. Una sucesión de avisos pusieron en alerta a Julio César, que nada pudo hacer por sacar de dentro de la porteria un remate con pierna derecha de Ángel Correa, que marcaba su primer gol en el Vicente Calderón en su primera titularidad en Champions League. Al minuto del gol del argentino, tuvo Jackson una de tantas ocasiones, su remate de cabeza fue a parar al palo izquierdo de la porteria del brasileño Julio Cesar.
Fueron los mejores minutos del Atlético en el partido, esa primera media hora inicial con Correa llevando el peso del partido por dentro y por banda derecha sirvió para crear las ocasiones más claras del encuentro, el argentino tiene gol, espíritu, carácter, control de balón y visión de juego. Sin ninguna duda las condiciones son las idóneas para conquistar el Calderón, aunque teniendo la enorme plantilla rojiblanca, resulta extraño que un chaval que viene de estar parado más de 7 meses por su operación tenga que echarse el equipo a la espalda, un equipo confeccionado para aspirar a todo.
En una transición rápida empató Gaitán, de ahí vino el lamentable espectáculo de los ultras del Benfica, encendieron aproximadamente medio centenar de bengalas arrojando al menos 5 de ellas sobre la zona del primer anfiteatro del fondo norte del Estadio Vicente Calderón. Una de estas bengalas impactó en el asiento de un niño de dos años que estaba disfrutando junto a su padre de la magia de la Champions League. Hay que decir que, tras la revisión del menor en una de las ambulancias del Samur, el pequeño y su padre pudieron volver a ver el resto del encuentro, aunque el susto no se lo iba a quitar nadie.
La reanudación trajo consigo una preciosa contra conducida por Gaitán que se recorrió gran parte del terreno de juego para servir a Gonçalo Guedes el segundo gol benfiquista y a la postre gol de la victoria. Con el paso de los minutos, el Atlético empezó a ser mas inoperante y la marcha de Correa, Griezmann y Oliver nubló, aún mas, el oscuro horizonte con el que se llegó al final del encuentro, un final del que solo se puede sacar en claro la chispa y la entrega de un chaval de 18 años que tiene ganas de triunfar y liderar el Atlético de Madrid