Cada vez que Leighton Baines habla uno calla y escucha con atención. El lateral de Liverpool, con el paso de los años, se ha convertido en uno de los mejores futbolistas de la historia del club y, además, cada vez que le ponen un micrófono en la boca dice cosas muy interesantes. No se corta y eso le ha provocado algún problema. Y, de nuevo, ha vuelto a soltar otra verdad: “Me encantaba cuando los rivales me decían que odiaban visitar Goodison Park. Pero últimamente algunos jugadores me comentan que ya no está tan mal venir aquí, algo que no me gusta nada”.
La realidad es que los números no engañan. El curso pasado el Everton, tan solo, consiguió vencer en seis de los 19 partidos disputados en su feudo. Unos números, muy contradictorios a los que predominaban en la era Moyes y el primer año de Martínez. Goodison era sinónimo de miedo y de pánico y para llevarse los tres puntos de allí había que sudar tinta china. Actualmente, ya no hay esa sensación cuando se visita Merseyside. Y no lo digo yo, lo dice Leighton Baines. Lo más sorprendente es que los toffees aún no conocen la derrota en su campo. A pesar de los puntos cosechados esta temporada parece que nota algo diferente que no se puede percibir desde la televisión.
Echando la vista atrás, en cualquier partido, la afición animaba sin parar. No importaba el resultado. Los partidos de noche, especialmente, eran los que más enchufaban a los aficionados locales. Pero los pobres resultados en los últimos tiempos han desilusionado a la gente. Tanto que la atmósfera a veces llega a ser tóxica. Es más, en la pasada temporada jugar fuera era mucho mejor. El equipo sumó unos registros muy parecidos a los que tenía en su casa por lo que viajar era un alivio para los jugadores.
Por ello, si Goodison volviera a ser lo que fue, el Everton podría volver a creer en sus posibilidades. A intimidar, a causar pavor a cualquiera que venga. “Los clubs grandes sabían que no iban a poder respirar aquí. Es importante tener calidad pero también debemos mostrar nuestro orgullo. Esto es Goodison”. Baines lo sabe, lleva diez años disfrutando de este estadio. Será mejor hacerle caso.
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