Mucho antes de que se convirtiese en el jugador más joven de la historia de los Sixers en hacer un partido de 30 puntos, antes de que despuntara como uno de los robos del draft a las pocas semanas de debutar en la NBA, incluso antes de que se presentase al propio draft, Tyrese Maxey ya había dejado su carta de presentación a todo amante del baloncesto. Fue con Kentucky, en su estreno en la liga universitaria, cuando tocó el cielo.
Para conocer toda la historia de una de las sorpresas más gratas de este inicio de temporada hay que remontarse al 2019. La NCAA abría la temporada con un espectacular duelo entre dos de los mejores equipos: Michigan State se enfrentaba con Kentucky en todo un Madison Square Garden que todavía lucía una grada repleta de aficionados. Entre el público, varios invitados de gala como John Wall o Kevin Durant asistían al evento.
Esa noche Kentucky consiguió la primera victoria de la temporada y una joven estrella se presentó al mundo. Maxey partía desde el banquillo, era un recién llegado desde el high school, pero no tardó en dejar su sello. Se hizo con el protagonismo anotando 26 puntos como carta de presentación y, de pronto, todo el pabellón le prestaba atención mientras se preguntaba de dónde había salido ese jugador.
Su última canasta de esa noche fue a falta de un minuto para el final del partido. Su equipo ganaba de dos puntos y Maxey selló la victoria de Kentucky con un triple pisando el logo con el que redondeó una actuación perfecta. El narrador del partido, Dick Vitale, no pudo aguantar el ímpetu: “¿En serio? ¡Vamos, Maxey! ¡Eres un estudiante de primer año! ¡Este es tu primer partido! ¿De verdad?», aulló por ESPN. “¡ESTRELLA! ¡Tienes una estrella!”.
El resto de su temporada en la NCAA tuvo muchos altibajos. Maxey alternó grandes partidos, como el de su debut, con actuaciones más bien discretas. A raíz de ello, cayó en el draft hasta el puesto 21, donde le seleccionaron los Philadelphia 76ers. Ningún fan es tan minucioso como para exigirle mucho a una elección 21.
Cuando llegó no tenía el cartel de otros pero, en menos de un mes de competición, Tyrese se ha ganado el respeto de todos sus compañeros y la admiración de los aficionados. Pocos jugadores se han metido en el bolsillo a la afición de Philly tan rápido como él. El descaro y entusiasmo con el que juega hacen que estemos hablando de un rookie único en su generación. La pieza perfecta y necesaria para los renovados Sixers.