Hoy es día de derbi. Tras muchos días de seguimiento sobre el duelo entre Everton y Liverpool, las palabras, esta noche, serán olvidadas. Solo valen los actos. Goodison Park acogerá uno de los partidos más jugados de la historia -227- en una noche no apta para cardiacos.
Los anfitriones llegan al choque con la moral por las nubes. Tras una racha miserable -un triunfo en los últimos 10- los de Koeman consiguieron vencer al Arsenal de forma agónica con un espectacular cabezazo de Williams el martes pasado. Su estadio aquella noche volvió a rugir como antaño algo que debería suceder si el Everton quiere volver a ganar a su eterno rival. De hecho, no han vencido a los reds desde 2010 por lo que batir a los de Anfield se está convirtiendo en una obsesión. Jagielka –sancionado- se une a las bajas de larga duración de Besic y Bolasie para el choque.
El Liverpool, por su parte, necesita ganar para seguir soñando con ganar el título que no consigue desde hace 26 años. Tras la victoria del Chelsea, gran parte de sus aspiraciones pasan por salir triunfal de Goodison donde ostentan un buen récord en los últimos tiempos. Además, la humillación de la pasada temporada al Everton –ganaron 4-0- dará confianza a los de Klopp. Los reds, con Mignolet como número uno de nuevo, tienen tan solo tres dudas: Sturridge, Can y Matip.
Será especial, también, el duelo en los banquillos. El alemán visita por primera vez Goodison Park en su carrera mientras que Koeman vivirá su primer derbi. El holandés tuvo problemas hace unos meses cuando dijo que “el Liverpool puede ganar la liga” o cuando colgó en Twitter una foto de un árbol de navidad que tenía demasiado color rojo para los fans toffees. Pero esto son solo habladurías. La verdad se escribirá en el verde.
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