No se puede negar. De un tiempo a esta parte la Vuelta a España es la carrera más emocionante del año: el duelo a tres entre Alberto Contador, Alejandro Valverde y Joaquím Rodríguez en 2012 o la escasa diferencia entre Chris Horner y Vincenzo Nibali hasta el final en el Angliru en 2013 son un claro ejemplo. Esta edición no está siendo menos. Pero también da la sensación de que el guion a seguir está ya previsiblemente escrito.
También hoy, en la clásica etapa de los Lagos de Covadonga. Por delante, la fuga, variopinta, con el sprinter John Degenkob, el combativo Aramendia, el contrarrelojista Vandewalle, el completo Cameron Meyer y el escalador Przemislaw Niemiec. Por ese orden fueron cediendo hasta que el polaco, que gestionó a la perfección sus fuerzas y atacó en el momento justo, se marchó en solitario para, con un margen mínimo, conseguir la victoria de etapa. Segundo triunfo del equipo Lampre, después del de Anacona, el primero de un polaco en la Vuelta y también el primero desde 2010 para Niemiec, un habitual de la zona noble de las clasificaciones generales en las grandes vueltas.
En el pelotón, el equipo Movistar endureció la carrera en el ascenso al alto del Torno, por medio de Castroviejo y Javi Moreno, por una carretera estrecha y protegida, bajo la lluvia y entre la niebla. Con el grupo reducido, el insidioso descenso, que combinaba zonas más técnicas -y peligrosas, Castroviejo rodó ladera abajo- con algunos repechos, terminó de desgastar las fuerzas de aquellos que ya iban maduras.
Ya en las rampas de los Lagos, de nuevo Movistar fue el primero en marcar el ritmo, por medio de Amador y José Herrada. Luego se movió el equipo Katusha, mandando hacia delante de manera inexplicable e inútil a Giampaolo Caruso y Dani Moreno. Mientras tanto, Chris Froome se dejaba caer hacia los últimos puestos del grupo, haciendo cundir de nuevo el desconcierto entre el resto de favoritos.
A partir de aquí, movimientos siempre repetidos. Ataque de Warren Barguil, el joven y valiente ciclista del Giant, con un futuro esplendoroso por delante. Tras un momento de duda -o con algún Katusha por delante- Contador aceleraba el ritmo, con Valverde y Joaquím Rodríguez a su rueda. El pinteño frenaba, ninguno de sus dos acompañantes le daba continuidad y permitía volver a Aru, Urán, Dan Martin o el propio Barguil, que tras un nuevo parón, volvía a atacar. Así, ‘n’ veces. Mientras tanto, por detrás, Froome ascendía a su ritmo, al que le marcaba su potenciómetro, al que un día más no le quitaba el ojo. Sin responder a ataques, sin preocuparse de nadie, acelerando progresivamente. Optimizando al máximo el esfuerzo.
Contador, desesperado pero insistente, no paraba de intentar aumentar el ritmo, pero a su rueda seguían siempre como dos lapas Valverde y Rodríguez. Que en efecto, en la última rampa, a falta de 300 metros de meta, rascaban cinco segundos a Contador más las bonificaciones por el segundo y tercer puesto en la etapa. Froome, sin cambiar el rictus ni levantarse de la bici, llegaba siete segundos después del líder, junto a Aru. Y de nuevo, diferencias mínimas y las bonificaciones clave.
Lógicamente, Contador sigue líder de la Vuelta, con Valverde medio minuto, Froome y Joaquím Rodríguez a 1:20 y Fabio Aru ya a 2:22, con Rigoberto Urán que cae a la sexta posición a casi tres minutos. Dan Martin, Samuel Sánchez, Robert Gesink y Warren Barguil completan el top-10 de la general.
Y mañana, la etapa reina sin discusión de la Vuelta a España 2014. Se inicia con el ascenso de salida de la Colladona, y luego se enlazan el Cordal, la Cobertoria (10km al 8,8%), San Lorenzo (10km al 8,5%) y La Farrapona (16,5km al 6,2%). Puertos de un gran nivel y en una jornada que se prevé apasionante, con el recorrido digno para ser una de las mejores etapas de los últimos años de la Vuelta. Opción para numerosas estrategias, de equipo o sin él, para aislar a un lider o para atacar valientemente desde lejos. Un gran día de ciclismo si los protagonistas se lo toman como tal.
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