El debate del ‘9’ donde no hay debate

Cada día, cada semana que
pasa, en el Real Madrid se reabre un debate que desde hace tiempo no admite
discusión: si Benzema debe seguir siendo por mucho más tiempo el delantero
centro del Real Madrid. Se esgrimen todo tipo de argumentos por los que el
francés debería apartarse del camino, pero quienes de verdad respiran el
ambiente del club blanco, y saben cómo funciona el cortijo, lanzan un argumento
colosal: con Zidane, Benzema será intocable.

Pocas razones más fuerte
que la sinrazón de un técnico para darse cuenta de que es un debate inútil.
Mientras Zidane siga en el banco, el número nueve del Real Madrid ya tiene el
nombre reservado. Los debates, por tanto, parecen más encaminados a rellenar
tertulias de televisión o portadas de periódicos que a formar parte de un “lobby”
de presión que acabe con el delantero francés en el banquillo, en la grada o
fuera del club.

La combinación
Zidane-Benzema es una alianza demoledora y su onda de expansión afecta a todo
el que tiene la mala suerte de merodear su posición. Ni siquiera en tiempos de
Selección, con Benzema luciendo en Instagram camisas con imposibles
combinaciones cromáticas y Mayoral facturando un hat trick con La Rojita, el debate parece ser definitivo. El de
Parla tiene mejor promedio goleador que Benzema y eso que su participación en
el Real Madrid esta temporada ha sido testimonial. Sus oportunidades, a pesar
de las buenas sensaciones que deja cuando pisa el césped, se limitan a meras
gratificaciones de Zidane.

Tampoco la disposición
táctica del Real Madrid parece moldeable, habida cuenta de que todo suele girar
alrededor de Cristiano Ronaldo y de Benzema. El francés es insustituible para
la mente del entrenador, que a fin de cuentas es la única mente válida para
tomar estas decisiones. Ha rotado Bale, ha perdido fuelle Isco y en la
retaguardia de la delantera se producen movimientos que no suelen afectar al
atacante francés, a quien no se le niega la clase pero que vive negado de cara
al gol. Mal asunto para quien debe decidir partidos, eliminatorias o finales.
Sin la mediación francófona de Zidane, en otro contexto, un Benzema (en su
estado actual) inamovible hubiera sido difícil de explicar.

El problema, no obstante,
de esta ausencia de debate no parece radicar tanto en el presente, copado en
exclusiva por Benzema, sino en el futuro. La planificación directiva del Real
Madrid pasa por afrontar un reto complicado: atraer el talento de un nueve
goleador sabiendo que esa posición es un embudo. Convencer a grandes figuras
mundiales para hacerles ver que sus números no serán suficientes para ganarse
el puesto. Partir desde una desventaja inicial para quien en otros clubes lo
tiene todo.

La delantera Del Real Madrid se ha convertido en un
callejón sin salida. O, mejor aún, en un callejón en la que la única salida
posible parece pasar por Benzema.