Tras haber disputado en 2006 el partido más grande que puede deparar el fútbol mundial, como es la final de una Copa del Mundo, contar con una Champions League en su palmarés, y sumar ochenta internacionalidades con la selección francesa; Florent Malouda -cuya última experiencia tuvo lugar en 2016 en las filas del Wadi Degla egipcio como cedido desde el Dheli Dynamos indio- ha decidido aceptar la que puede ser la última aventura de su dilatada carrera siendo parte de la convocatoria de la selección de Guayana Francesa de cara a la disputa, por primera vez en su historia, de la Copa de Oro 2017 recién iniciada.
Tras el viaje de la selección del país de nacimiento de Malouda -departamento de ultramar dependiente de Francia- a Estados Unidos para la disputa del máximo torneo de selecciones de Norteamérica, Centroamérica y Caribe; la polémica no ha hecho sino acrecentarse a cada paso. En primer lugar, la CONCACAF dictaminó que la participación de Florent Malouda, de 37 años, no sería legal debido a que el internacional bleu ya había jugado en repetidas ocasiones con otra selección a nivel mundial y que su presencia violaba el reglamento del certamen.
Tras ser cautelosos en el debut ante Canadá, la respuesta venidera de la selección de Guayana y del seleccionador, Jaïr Karam, ha sido ponerlo como titular y darle la cinta de capitán de cara al segundo choque en la actual Copa de Oro ante Honduras, en un duelo que finalizó con empate sin goles, con Malouda como jugador más destacado del combinado francoguayanés. Su amparo era el vacío legal existente debido a que Guayana Francesa no es miembro FIFA por su condición de territorio dependiente del estado francés y el hecho de que la Federación Francesa hubiese emitido una opinión favorable al respecto.
Sin embargo, la CONCACAF, como ya había adelantado en su negativa a la inscripción de Malouda previa al inicio del torneo, abrió una investigación y tras 48 horas de tensión e incertidumbre, ha sancionado a Guayana Francesa con la pérdida adminsitrativa del partido por un resultado de 3-0. “Guyana es una selección regional, no afiliada a la FIFA. Hay un vacío legal en la normativa FIFA: no tienen en cuenta la situación de las ligas Antillas-Guyana. Malouda ya había participado, de hecho, en la Copa de las Naciones del Caribe a finales de junio. Además, se enviaron cartas a FIFA y a CONCACAF para defender nuestra causa”, afirmaba Antoine Nelson, secretario general de la federación francoguayanesa, quien se mostraba pese a todo optimista hasta el último momento, un día antes de conocer la resolución del caso.
Una situación prácticamente idéntica ya sucedió con el también internacional con Francia en 37 ocasiones Jocelyn Angloma. El reconocido exlateral zurdo del Valencia entre 1997 y 2002, disputó la Copa de Oro del año 2007 con la selección de la isla de Guadalupe, un enclave con el mismo estatus político-administrativo que el que posee Guayana Francesa, aunque por aquel entonces y pese a estar también semiretirado en el fútbol local, el caso y el nombre de Angloma no alcanzaron tamaña repercusión, ni supuso ninguna sanción de la CONCACAF para la citada selección.
Como apunte, cabe destacar que el mánager general de la selección sudamericana es el mítico portero Bernard Lama, también internacional con Francia y también de orígenes francoguayaneses, aunque en su caso con nacimiento en Francia y no en Cayena, la capital, como Malouda.
No sabemos cómo terminará la estancia de Florent Malouda en la selección de Guayana Francesa ni si extenderá en el tiempo fuera del contexto de competiciones oficiales CONCACAF, lo que sí sabemos es que Malouda no puede disputar el último de los encuentros de la fase de grupos ante Costa Rica y que, al menos con su arriesgado y sancionado debut, se ha escrito un nuevo episodio tan rocambolesco como entrañable y curioso en el fútbol de selecciones menos conocido y mediático a escala internacional. Solo por eso ya ha merecido claramente la pena.
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