Las portadas en noches y días como los de hoy no reconocen su labor. Las tertulias en radios y televisión dedican el tiempo en polémicas arbitrales y en destacar a los goleadores, obvio por otro lado, es lo que vende. Los focos, los selfies, se alejan del señor del brazalete, un veterano forjado en mil y una batallas que en su madurez disfruta cada día honrando el deber de ser el corazón de un grupo de guerreros que volverá a estar entre los mejores de Europa un año más.
Sería injusto no dedicar unas líneas a rememorar la eliminatoria de Gabriel Fernández Arenas, capitán del Atlético de Madrid y orgulloso receptor del mítico ’14’ que ya portó su entrenador en sus dos épocas como jugador del cuadro rojiblanco. Seguramente estas líneas no verían la luz sin la sobriedad de Oblak, la perseverancia de Juanfran, el descaro de Lucas, el liderazgo de Godín, las mil y una carreras de Filipe Luis, la templanza de Augusto, la sobriedad e inteligencia de Koke, la veteranía veinteañera de Saúl, las conducciones de Carrasco, la cabeza de Griezmann y el gol de Torres que abrió la eliminatoria.
Sería injusto no dedicar a un corazón que cumplirá 33 años en unos meses y que corre, pelea, y lucha más que los jóvenes descarados que salen a comerse el mundo en cada partido. Hoy, con el 1-0 a favor, salvó el remate cantado de Piqué a metro y medio de la portería de Oblak. Hoy, como ayer, o antes de ayer fue el líder que inició la presión cuando el depósito estaba lleno y supo dirigir a su equipo cuando las fuerzas flaqueaban y había que iniciar, con marcador a favor, el modo repliegue y contragolpe. Incomodó a Busquets, Iniesta y Messi, robó balones, distribuyó rápido, dio continuidad al juego y siempre se ofreció como clara línea de pase. Todo estudiado, todo mecanizado, siendo el eje para dar apoyo a los laterales cuando estos se incorporan. Siempre serio, siempre en su sitio, siempre pendiente de las ayudas.
A medida que el reloj descontaba los largos minutos, el Atlético replegó sus líneas, y fue ahí donde emergió la sobresaliente imagen de Gabi, el canterano recuperó cinco balones en campo propio, el que más junto a Juanfran y despejó 3 jugadas de peligro barcelonista dentro del área. El resultado ya lo conocen, el Atlético de Madrid es semifinalista de la Champions League derrotando al actual campeón, y lo hace convencido, sin dejar de creer y caminando juntos hacia la victoria. Que pase el siguiente, que tendrá que sudar tinta china para apartar a Gabi de esta Champions League.
Intercepciones de Gabi Fernández | Squawka
Atento en los balones interiores | Squawka
Comparte la notícia
