Domingo ORTIZ – Eduardo Vargas ya es oficialmente nuevo jugador del Valencia hasta final de temporada. Juan Antonio Pizzi consigue, al fin, ese futbolista de segunda línea con habilidad, caída a bandas, desequilibrante y talentoso que estaba demandando. Aunque el conjunto de Mestalla sigue intentando dejar hueco en la plantilla para la incorporación de otro punta, la llegada del delantero chileno serena los ánimos del cuerpo técnico y secretaría técnica del club. Era la primera opción y, aun con rencillas con el presidente del Nápoles Aurelio De Laurentiis, ha conseguido la diana perseguida. No ha sido nada fácil obtener la cesión de “Varguitas” hasta junio de 2014 por todas las trabas que iba poniendo el presidente del Napoli – pagó 14 millones de euros en 2012 – pero, finalmente, el deseado ya forma parte de la plantilla ché y está a disposición de un entrenador que a través de una conversación telefónica terminó de convencer al futbolista para que rechazara la propuesta del Santos, que ofertaba una cantidad superior al conjunto italiano, y que apretara todo lo posible al Napoles para que negociase con el Valencia. El culebrón deportivo invernal ha tocado su fin.
La llegada de “Edu” le costará al Valencia 600.000 € por la cesión, más la ficha del jugador que le quedaba por cobrar en la media temporada restante. Rufete, que ha utilizado con éxito todas las armas posibles para reducir los 2 millones de € que pedía inicialmente el conjunto napolitano por la cesión, ha intentado hasta el último día conseguir una cesión hasta junio de 2015 y una opción de compra por el chileno, pero las pretensiones del presidente del Nápoles – buscaba avales para los futuros (posibles) pagos del Valencia – dinamitaron esa posibilidad. La intención de Aurelio De Laurentiis es que Vargas la rompa en Valencia y haga un gran Mundial con su selección, donde es titular, para poder subastar al jugador en verano y vender a una pieza con la que no cuenta el laureado ex entrenador del Valencia, Rafa Benítez.
Eduardo Vargas celebra un gol en el Napoli | Getty Images
¿QUIÉN ES EDUARDO VARGAS?
“Turboman” Vargas, como se le conoce cariñosamente en Chile, es un futbolista capaz de ocupar cualquiera de las posiciones de ataque. Es más un segundo punta con caída a los lados que un delantero centro al uso, pero su calidad y habilidad siempre han ido acompañadas de la materialización. No es un goleador nato, el conocido killer, como demuestran sus números, ya que en 188 partidos jugados hasta la fecha son 54 los goles anotados en sus anteriores equipos (Cobreloa, Universidad de Chile, Nápoles y Gremio). Su mejor registro fue en el Torneo Apertura de 2011 con la “U” de Chile donde anotó 19 goles en 29 partidos.
Es conocido por su verticalidad, por su velocidad y su talento. Aunque su primer paso en el fútbol europeo – en Nápoles – no fuera satisfactorio, Pizzi lo conoce bien de Chile, ya que el técnico de Santa Fe estuvo y coincidió en el campeonato chileno con Vargas. Pero su gran valedor es Manuel Suárez, chileno como “Varguitas” y segundo entrenador del Valencia. Para el ayudante del míster valencianista Vargas tenía que ser una prioridad. Y así ha sido. Para todos.
Eduardo Vargas llega a Valencia con la misión de ayudar al equipo con sus goles pero sobre todo con su fútbol, su asociación, su llegada. Para el Valencia que está empezando a trazar Pizzi le viene como anillo al dedo. El entrenador argentino consiguió en su San Lorenzo campeón un ramillete de artilleros jóvenes con Nacho Piatti, Ángel Correa y Héctor Daniel Villalba, y tiene toda la pinta que quiere hacer lo mismo en Valencia. Sigue en esa búsqueda, pero sí parece ser el objetivo. Y en ese escenario, Vargas encaja fenomenal. El tiempo y el campo dictarán sentencia y se comprobará si “Varguitas” ha sido o no un acierto, pero a priori el Valencia ha conseguido la cesión de un fantástico futbolista, sobradamente preparado para dar que hablar en la Liga. Que así sea.
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