Los primeros ocho meses y pico de competición, los que engloban desde los finales de Agosto hasta Abril, son una mera criba. Una yincana contrarreloj en la que no se pueden ganar títulos pero es muy fácil perder uno, dos o incluso los tres por el camino. Después de cumplimentar el trámite que era ese partido de vuelta contra el Paris Saint Germain en el Camp Nou, e independientemente de lo que acontezca tanto en el partido trampa del próximo sábado en Cornellá como en la jornada entre semana frente al Getafe, el Barça llegará a Mayo con todos los títulos en juego. Quien lo iba a decir hace tan solo tres meses.
Lo cierto es que esto parece fácil, incluso común en un club como éste, pero solamente es la segunda vez que el Barça lo consigue en este siglo. La primera fue en 2009, y terminó con un triplete mágico completado en Roma. Este año se ganarán tres, dos, uno o, en el peor de los dramas, ningún título, pero pase lo que pase habrá sido un éxito. Porque al final, la victoria depende de detalles: esa pelota que da en el palo y entra o se sale, ese jugador que se resbala en el momento más inoportuno, esa pieza clave que se constipa el día antes de la final… Pero para perder, primero hay que llegar, y el Barça es el único club de España que ha conseguido alcanzar intacto, con todos los frentes abiertos, el mes en el que se ganan los títulos. Y todo en un ambiente perverso, lleno de líos políticos, juicios, despidos y acusaciones. Con el entorno más desestabilizado y desestabilizador de los últimos tiempos y con una directiva que más que empujones se dedica a poner palos en las ruedas. Luis Enrique y sus jugadores, que posiblemente ni siquiera se traguen, y que no irían juntos ni a la vuelta de la esquina, han logrado sacar adelante a base de profesionalismo un equipo que, a estas alturas del calendario, tiene ilusionado al barcelonismo por segunda vez con un triplete imposible. Ahora, que ya han evitado perder, les toca ganar. Acierto y suerte son los únicos deseos de la parroquia culé para un grupo cuyo techo es el cielo.