Por Bob Bensch desde Londres (dpa) – El Arsenal venció hoy 2-1 al Chelsea y se consagró campeón de la Copa inglesa de fútbol, para encontrar un poco de consuelo en una de sus peores temporadas en los últimos años.
El chileno Alexis Sánchez, temprano a los cuatro minutos del primer tiempo, abrió el marcador para los dirigidos por el francés Arsene Wegner. El hispanobrasileño Diego Costa empató a los 76′ para el Chelsea, pero Aaron Ramsey puso el 2-1 final dos minutos después.
El título de torneo, el tercero que suma en las últimas cuatro temporadas, sirve como bálsamo al Arsenal, que completó una mediocre campaña en la Premier League y no se clasificó a la próxima Liga de Campeones.
«Tuvimos una gran actuación desde el primer minuto», dijo Wegner a la BBC. «Este equipo ha sufrido. Han estado unidos y han respondido», agregó el estratega. «Mostraron fuerza y unidad y jugaron un fútbol espectacular hoy», explicó el francés.
Wegner debió alinear al defensor Per Mertesacker por primera vez en la temporada debido a la suspensión de Laurent Koscielny y a las bajas de Shkodran Mustafi y Gabriel Paulista.
El alemán, que volvió de una lesión, fue importante para contener muchos de los embates del Chelsea.
«Hace dos semanas estaba de vacaciones y no esperaba jugar», explicó Mertesacker a la cadena BT Sport. «Intenté estar en mi mejor nivel hoy (…) aún puedo ayudar al equipo y eso es lo más importante», agregó el zaguero.
Antes de la final, jugada en el estadio de Wembley, hubo un minuto de silencio por las víctimas del reciente atentado terrorista de Manchester. Por un olvido, los futbolistas del Chelsea jugaron el primer tiempo sin los brazaletes negros conmemorativos en sus mangas.
El tanto inicial no estuvo exento de polémica: Sánchez ganó la posición con un rebote que dejó el balón al borde del área pequeña, Ramsey -que estaba adelantado- amagó con rematar pero al final se contuvo para no quedar en posición ilícita y el chileno anotara.
Tras consultar al juez de línea, el árbitro decidió validar el gol al entender que Ramsey no tuvo participación en la jugada. El Arsenal encontraba así, con un gol polémico, una ventaja tan rápida como inesperada.
«El primer gol nunca debió ser validado, fue claramente una mano y luego Ramsey estaba adelantado porque estaba interfiriendo en la jugada», dijo el arquero del Chelsea, el belga Thibaut Courtois, a la BBC.
Antonio Conte (Adrian Dennis / AFP / Getty)
Los de Wegner, envalentonados por el gol, tuvieron algunas opciones para aumentar el marcador, como cuando a Ramsey le cayó la pelota tras un tiro de esquina y el rebote salió apenas desviado, rozando el palo del arco que defendía Courtois.
Pero el Chelsea, con ganas de lograr el doblete tras coronarse en la Premier League, encontró estabilidad con el paso de los minutos y subió las líneas para presionar a los «gunners». Pedro y Hazard, además, empezaban a llevar peligro a la defensa del Arsenal.
El dominio fue más claro en el segundo tiempo, cuando los «blue» tuvieron varias opciones claras que exigieron al portero colombiano David Ospina, uno de los destacados en el segundo tiempo.
Los dirigidos por Antonio Conte encontraron premio ya cuando faltaban menos de 15 minutos para el final. Diego Costa recibió en el área tras una buena sucesión de pases y tuvo el espacio suficiente para bajar la pelota, acomodarse y sacar un remate esquinado que tras un pequeño desvío entró al arco de Ospina.
Cuando todo indicaba que el tramo final -y el título- sería del Chelsea, Ramsey volvió a aparecer, esta vez en perfecta posición para recibir la asistencia del francés Olivier Giroud y poner el 2-1 final con un cabezazo.
«Ha sido una sesión con altas y bajas», dijo Ramsey, que también anotó el gol de la victoria en la final de 2014 ante el Hull. «Terminamos con la Copa FA y eso es un éxito», agregó.
«Los chicos lo merecen. Estoy feliz por el entrenador», añadió.
En desventaja, los «blue» se volcaron al área rival para buscar el empate y casi lo encuentran cuando Diego Costa volvió a bajar con espacio un balón en el área, pero allí volvió a aparecer Ospina para sellar el arco y el triunfo.