Ayer, domingo, tuvo lugar uno de los partidos más pasionales de nuestra liga: el derbi sevillano. Un derbi que, además, este año enfrentaba a segundo y tercer clasificado en la tabla por lo que se preveía muy buen fútbol.
El partido comenzó con alguna ocasión principalmente del Sevilla. Tanto fue así que, rondando el minuto 22, el ‘Tecatito’ Corona puso un balón medido quirúrgicamente a En-Nesyri que controla y, con un poco de fortuna tras el rebote en Bartra, se planta delante de Claudio Bravo que comete penalti sobre el delantero marroquí. Rakitic no perdonó. El equipo local se ponía por delante. Minutos más tarde, antes del descanso, ampliarían la ventaja a 2-0 tras una carrera y remate lejano de Munir que, pese a que Claudio Bravo podía hacer algo más por detener el disparo, tiene todo el mérito del mundo. Sobre todo cuando los centrales béticos fallan como lo hicieron.
En la segunda mitad, un mejor Betis no pudo reducir distancias en el marcador hasta que, a falta de segundos para que terminase el partido, Canales logró maquillar un poco el resultado con una obra de arte de falta. El gol en precioso, una pena que no sirviese de nada. Con este 2-1, el Sevilla se lleva el derbi local y, con ello, sigue su persecución al líder de LaLiga. El Betis, por su parte, se queda sin sumar y tan solo un punto por encima del Barcelona, teniendo el equipo catalán un partido jugado menos. Los béticos tienen en riesgo su tercera plaza.