El meta barcelonés no sólo es el portero que más balones para por partido en una Primera División en la que ha debutado a sus 28 años y su 1,80 de estatura. El portero “bajito” del Elche C.F., admirador de Iker Casillas, también es un chico inquieto, que habla cuatro idiomas, licenciado en Dirección y Administración de Empresas y que cursa Negocios y Marketing Digital.
Édgar Badía ha pasado de soñar con ser astronauta a diseñar en su propia empresa los guantes con los que juega “en la mejor liga del mundo”, repite exultante durante la charla. Ser un amante del fútbol y la Física debía tener una correlación práctica.
Viendo sus números no es de extrañar que el Elche C.F. y la afición ilicitana haya catalogado a Édgar Badía como ‘El Santo’. El portero catalán es el que más balones atajó la temporada pasada en Segunda División (144 en 42 encuentros entre Liga y ‘playoffs’, con una media de 3,43 por partido) y el que llega a este segundo parón de selecciones liderando el porcentaje de paradas hasta las cuatro por partido, con 28 balones parados en los 7 partidos disputados por el conjunto de Almirón (Jaume Domènech, el guardameta valencianista, ha detenido 34, pero el Valencia C.F. ha disputado dos encuentros más).
“Es una situación que demuestra que sí he comenzado bien la temporada a nivel individual, que las cosas me están saliendo bien y eso está ayudando también a que el equipo, en esa línea, haya tenido también muy buen inicio de campaña. Estoy muy feliz por llevar esa estadística y espero mantener ese nivel. Estoy seguro de que así va a ser el resto de la temporada”, afirma tan contundente como humilde Édgar, un binomio emocional que podría resultar contradictorio si no fuera porque el meta reúne en sí mismo esas dos características: a sus 28 años lleva sólo siete partidos en la máxima categoría “de la mejor liga del mundo”, pero los números le avalan en un Elche undécimo, que ha sumado once puntos de veintiuno posibles y que mantiene a cinco la zona del descenso.
Hay otra cifra que sí ha generado, y sigue haciéndolo, más controversia en su carrera, la estatura. “Hago 1,80, uno ochenta punto tres, punto cuatro, punto cinco… El doctor nos mide cada mes y medio, cuando nos hace la prueba de la grasa. Más o menos estoy ahí, en el 1,80m., pero obviamente la moda y la corriente actual es que los porteros estén más cerca del 1,90 que del 1,80”, detalla concienzudamente el portero catalán: “Con un poquito más de envergadura hay algún balón al que puedas llegar que con 1,80 no, pero es una circunstancia que no me ha afectado ni lo más mínimo. Cuando eres un poquito más joven sí ves como esa característica de no ser un portero muy alto sí me ha ido cerrando algunas puertas, porque la gente que toma decisiones en el mundo del fútbol ha optado por otro perfil de porteros y yo he tenido que labrarme mis ascensos en el campo. Siempre he tratado de verlo como un reto y una motivación extra para demostrar que a pesar de no ser ese perfil de portero puedo tener las mejores características de ellos e incluso otras mejores, que puedo suplirlo con muchísimas características que porteros más altos no pueden tener.”
– ¿Como cuáles?
– Creo que mi velocidad bajo palos, mi agilidad, mi capacidad de estar concentrado. Sobre todo ésa para mí es muy importante, de prever situaciones, de ser un portero proactivo y no reactivo, de analizar mucho antes y durante los partidos para controlar todas las situaciones. Eso hace que pueda estar siempre bien colocado, que pueda decidir un pelín antes de tiempo y bajo palos, ser rápido y ágil. A partir de ahí, en el juego aéreo, donde siempre se me mira con lupa, he tratado de centrarme mucho, de focalizar en estar siempre bien posicionado para poder decidir esas décimas antes, decidir bien si voy o no, y suplir esa posible falta de envergadura con esa buena decisión. Creo que en ese aspecto estoy a un buen nivel y quiero seguir así. En ninguna faceta del juego me veo perjudicado por esa falta de centímetros.
Édgar Badía se define como un portero proactivo y no reactivo, “de analizar mucho antes y durante los partidos para controlar todas las situaciones”
Y en esa enumeración de los mejores aparecen los porteros de los tres equipos más grandes. “Estamos en la mejor liga del mundo y quedarme con uno solo es complicado. Courtois este año ha empezado a un nivel bárbaro. Oblak tiene una regularidad siempre, está siempre espectacular, y Ter Stegen para mí es el portero que ejemplifica al portero moderno, con una gran salida de balón con los pies, que aporta muchísimo en ese aspecto al equipo y que, además, es muy rápido bajo palos teniendo en cuenta que es un portero muy alto. Es un portero en el que me fijo y que por cómo se ha desarrollado el fútbol mundial en los últimos años es el que más se adapta a esas nuevas características que piden los entrenadores”.
Pero Édgar siempre ha sido de Casillas. “Siempre ha sido mi ídolo, cuando yo empezaba a ver que podía dedicarme a esto del fútbol y a disfrutar del fútbol como mi profesión Casillas era el mejor portero del mundo. Ha sido uno de los mejores porteros de la historia y a nivel del fútbol español nos ha dado muchísimo. Ha sido el capitán de la Selección española que ha ganado tres torneos consecutivos, Europeo, Mundial, Europeo, nos ha hecho campeones del mundo, sus éxitos en el Real Madrid, su rendimiento en el Oporto, todo lo que ha tenido que superar también… Es un ejemplo y siempre ha sido un ídolo para mí. Sí, yo soy de Casillas.”
El debutante en Primera División habla con una cadencia de voz que marca la pausa, la reflexión y el análisis de sus palabras cuando explica qué significa para él estar en la élite del fútbol español y mundial. “Es una sensación de felicidad y de realización a nivel individual que es incomparable. Son muchísimos años jugando partidos en 2ªB, más de 100, más de 150 en Segunda, jugando a buen nivel siempre, tratando de progresar en mi carrera, consiguiendo ascender de 2ªB a Segunda por primera vez en la historia con el Reus, de Segunda a Primera con el Elche en un playoff atípico con el Covid de por medio y en la situación en la que estaba el club, que además no éramos un aspirante claro a ese objetivo… Es una sensación fantástica de realización que prácticamente no tuve tiempo de disfrutar ni asimilar, porque al cabo de ocho días ya empezábamos la pretemporada, pero era la sensación de que he trabajado muchísimo para llegar a este momento, con la felicidad de haberlo logrado y con la tranquilidad de estar preparado para jugar en Primera División.”
Preparación es quizá la palabra que más y mejor acompaña a Édgar Badía, no sólo en los futbolístico, sino también en lo académico. Habla español, catalán, inglés y francés –“no he tenido tiempo de sacarme los títulos pero algún día lo haré; los domino y me encanta”-, en 2019 terminó la carrera de Administración y Dirección de Empresas y en la actualidad cursa Negocios y Marketing Digital después de varias experiencias universitarias. Amante de la física, Édgar es portero pero, en verdad, soñaba con ser astronauta. “Yo siempre he dicho que mi ilusión hubiera sido dedicarme a algo relacionado con la Astronomía, con la investigación, con la observación, ser astronauta, pero eso es muy complicado. Siempre he tenido esa inquietud, soy una persona que no para, que siempre estoy pensando en lo siguiente. Cuando terminé el Bachillerato yo quería enfocarme a estudiar Física pura o Matemáticas, pero eran carreras que veía que no tenían mucha salida práctica y que combinadas con el fútbol no tenía mucho sentido, así que empecé Ingeniería Electrónica en Barcelona, en la Universidad de La Salle. En el segundo curso lo dejé, porque me marché a vivir a Granada y a distancia era muy complicado porque era una carrera que era de muchas prácticas, y ahí se quedó, y empecé a hacer Administración y Dirección de Empresas a través de la Universitat Oberta de Catalunya, de la UOC, que tiene una metodología muy buena y te permite poder estudiar a distancia. La terminé en enero de 2019 y ahora he empezado un Máster de Negocios y Marketing Digital, y entre medias he empezado algunos proyectos empresariales. Busco que en el futuro esos proyectos sean buenos pero también que me sirvan de aprendizaje de este mundo empresarial que me gusta mucho. Aparte de eso, sigo leyendo sobre Física, que eso ya me lo tomo más como un hobby.”
Lo que no es una afición son sus proyectos empresariales, dedicados a la comida saludable y los poke bowls, por una parte, y al diseño, testeo y fabricación de guantes de portero por otra. “Soy uno de los socios de TwoFive, que es la empresa de los guantes con los que juego. Llevamos más de un año en un proyecto en el que creamos nuestra marca, con Tomeu Nadal, el portero del Albacete, que es una persona también muy inquieta como yo y siempre se está formando, y junto con Joan Compte, un portero que está jugando en Tercera División en Barcelona y que es abogado y tiene experiencia en el sector. Estamos embarcados en este proyecto, haciendo crecer muchísimo la marca y tratando de hacer guantes de máximo nivel y calidad. Los tres somos porteros y sabemos lo que quiere un portero profesional, pero tratamos de hacerlos también a precios accesibles a todo el mundo”, explica con entusiasmo el cancerbero.
Por si nunca se habían parado a pensar en la variedad de guantes de portero, aquí una pequeña-gran lección del propio meta que me hace asentir como si estuviera en la primera fila de la clase: “El mundo del portero es un mundo muy amplio aunque parezca muy pequeño y, en concreto, el de los guantes es muy extenso, porque el guante puede ser un poco más armado, un poco más ligero, puede ser una palma un poco más ancha o que te agarre más los dedos, puede ser de látex todo el guante o con textil detrás, hay muchos factores que influyen. Un buen guante tiene que tratar de tener variedad tanto en las palmas como en los dorsos y en los diseños para que a cada portero se le adapte lo mejor posible. A mí me gustan mucho los guantes ligeros, muy ajustados a la mano, y que obviamente el látex sea bueno y tengas un buen agarre, que eso es prioritario y lo tenemos en cuenta en TwoFive. Pero así como yo los prefiero más ligeros y que sean mucho más ajustados, por ejemplo Tomeu o Joan prefieren guantes más armados, que sean un poquito más pesados y que sean más anchos en la mano. Lo importante es que el látex sea bueno, que eso lo tenemos súper en cuenta, y también tener una variedad de estilos, que cada portero prefiere un guante diferente.”
Sin duda, los guantes son parte de un éxito que afronta con cautela. “Los elogios y las críticas van y vienen, es algo que está intrínseco en nuestro trabajo, pero sí que en 2ªB recibía elogios, en 2ª he recibido elogios y siempre cuando han pasado estas épocas buenas lo que trato es de normalizarlo todo, de aislarme. Soy un portero y una persona en general muy autoexigente, que siempre me fijo metas y objetivos. Siempre estoy pensando en ser cada día mejor en todos los aspectos y trato de minimizar ese posible impacto que dicen de que el halago debilita. Trabajo cada día como si fuera el último para mejorar, para seguir progresando.”
Después de nueve jornadas el Elche es 11º con 11 puntos y dos partidos menos
Tras once salidas, entre ellas la del laureado Pacheta con el que el Elche logró ascender en dos campañas de 2ªB a Segunda con Édgar bajo palos, y catorce llegadas, incluida la de Jorge Almirón, “un entrenador que ha venido con muchísimos reconocimientos en otro continente y tiene que adaptarse y nosotros a él”, Édgar Badía no piensa en la Selección española a la aluden muchos aficionados y periodistas por su buen hacer en este arranque liguero. “A pesar de estar en un buen momento, sé que es un objetivo complicado. Obviamente, todo el mundo quiere representar a su país, me haría muchísima ilusión jugar con la Selección pero hay que ser realista y hay que seguir trabajando para asentarme en Primera División y seguir a este nivel el máximo tiempo posible”.
Y asentar al Elche C.F., sueña: “Esperemos que seamos la sorpresa de la temporada y podamos darle alegrías a esa afición que venía de una época de sufrir bastante por la situación del club, con el descenso administrativo en 2014. Va a ser muy duro, esto es muy largo, no es cómo empieza, pero las sensaciones que desprende el equipo son buenas, estamos compitiendo todos los partidos, contra todos los rivales y más allá de pensar en que tenemos 11 puntos o que nos falten un poquito más de 30 para lograr la salvación, que es el gran objetivo, asentarnos en Primera, tenemos que pensar en el siguiente partido.”
Será después del parón, ante el Levante U.D., para el que el guardameta espera estar totalmente recuperado del golpe en la cadera que sufrió en el último partido ante el Celta y que le hicieron jugar renqueante los últimos seis minutos más la prolongación.
– ¿Crees que tu hábito de estudio puede estar ayudándote en tu trabajo en la portería?
– Sí, creo que sí, que esa capacidad de análisis, de reflexión, esa rutina de tener la cabeza siempre pensando en muchas cosas y aprender de muchos ámbitos hace que tenga esa capacidad de concentración que me permite en los partidos prepararlos bien antes y estar atento a todo durante.
Palabra de Édgar Badía, ‘El Santo’ “bajito” que estudia Negocios y Marketing Digital y lee sobre Física.
Imagen de cabecera: Imago
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