Ya no importa si convence o no esta Juventus, este equipo está destinado a ganar. Lo hace por inercia, sin importar el rival. Tras el 1-0 frente al Sassuolo, Buffon acumula 10 partidos imbatidos en Serie A, traducidos en 926 minutos solo a 4 minutos ser el mejor de la historia. Una defensa de récord comandada por el más veterano (38 años) que rejuvenece por líneas que avanza hasta su jugador bandera, Paulo Dybala (22 años), segundo más joven de la plantilla por solo ocho meses escasos respecto a Daniele Rugani.
Casi el más joven y el más vital. La Joya, como le conocen es el potrero estrella. Todos hemos sido alguna vez potreros pero casi ninguno como Dybala. Esas medias bajas, la mirada penetrante con cara de niño bueno pero más travieso que Daniele y la destreza que demuestra en cada balón que recibe sobre sus pies demuestran de donde viene y a donde va este argentino, líder de la Juventus. Potrero es el término argentino para definir a esta maravilla. Maradona, Messi y Dybala dignifican la profesión. Los potreros no tenían campos verdes sobre los que entrenar ni los mejores tacos que calzar, demostraban su buen fútbol sobre terrenos de fantasía y porterías inventadas. Al fin y al cabo, todos hemos jugado alguna vez a ser potrero; una bola de papel, un cartón de zumo o lo que hubiera cerca debía ser ingresado entre las dos mochilas o materiales que se defendían con uñas y dientes con el portero menos atlético de todos y habitualmente con gafas sobre sus ojos.
Para los buenos de verdad, no era un pasatiempo sino entrenamiento. En una localidad de 7.000 habitantes, Laguna Larga cerca de Córdoba Central ubicado en el centro del país, el mejor era Dybala. Para Paulo cada rato era un entrenamiento para mejorar su destreza individualidad, su capacidad de improvisación y su potencia para la gambeta.
Así ha llegado hasta el día de hoy el ex del Palermo, mejorando su récord personal en Serie A. Con 14 goles anotados en lo que llevamos de temporada ha dejado atrás los 13 de la temporada pasada en el Palermo, solo a 3 de su mejor registro personal cuando debutó en el Instituto de Córdoba, equipo de la Primera B Nacional de Argentina. Todo lo aprendido también le da para asistir, 8 asistencias hasta la fecha. Ha participado en 23 goles de los 51 que lleva el equipo, un 45% del total. Niño maravilla este recién llegado que ya es el capitán del barco. A sus 22 años, Turín se aferra a que sus ojos encuentren un hueco en Múnich por el que soñar. El más joven es un valor seguro. A balón parado o corrido, con la izquierda o con la derecha, para asistir o anotar. Una infinidad de recursos al alcance de pocos pero recuerden, potrero estrella.