Enrique JULIÁN GÓMEZ – Ya que gano, lo hago bien. Eso debieron pensar Michael Matthews y el resto del equipo Orica GreenEdge en el autobús, durante la reunión previa a la tercera etapa de la Vuelta a España. O en el portaaviones Juan Carlos I, desde donde salieron los ciclistas en el puerto de Cádiz. El caso es que los australianos trabajaron de inicio a fin del día y se llevaron un justo premio en el repecho final del precioso pueblo de Arcos de la Frontera.
Por la Sierra de Grazalema transcurrió el tramo central de la etapa, superando hasta cuatro puertos de tercera categoría. En la fuga del día, repitió Van Rensburg, junto a Jerome Cousin, Fumeaux, Wyss y Lluís Mas. El ciclista mallorquín, que debuta en la Vuelta a España tras dar el salto al Caja Rural, procedente del equipo Burgos-BH, atacó antes del último puerto y peleó y se marchó en solitario para conseguir allí el maillot de la montaña, antes de dejarse atrapar por el pelotón, siempre liderado por el Orica.
Bajo un calor tórrido, que superó en ocasiones los 40 grados centígrados, llegaron los ciclistas a la hermosa Arcos de la Frontera, donde les esperaba un final más duro de lo que se preveía. Preparado estaba el equipo Katusha, que enseguida colocó al frente a Kolobnev con Giampaolo Caruso a su rueda. Bouhanni, rebosante de confianza, seguía a ambos en el repecho, al igual que Contador, mientras el gran favorito, Degenkolb, se descolgaba irremediablemente.
Caruso se marchó en solitario, con una ventaja que parecía suficiente para ganar… si los últimos metros no se le hubieran hecho eternos. Dan Martin le pasó como una exhalación, pero agazapado tras él se encontraba Michael Matthews, que superó con facilidad al irlandés para conseguir el triunfo de etapa. Y doble premio, puesto que gracias a las bonificaciones y a la buena contrarreloj por equipos del Orica, también vestirá el maillot rojo de líder. Como en el último Giro, en el que Matthews vistió el maillot rosa durante seis días y venció, también en un repecho aprovechando su punta de velocidad, en el accidentado día de Montecassino.
Valverde, eventual líder, se tomó el día con calma. En meta le recortaron siete segundos -en el primer grupo pasaron Joaquím Rodríguez, tercero, Quintana y Contador- e incluso se cayó sin consecuencias junto a sus compañeros Malori y Castroviejo tras chocar con un auxiliar de su equipo. Y perder el maillot rojo supone una precocupación menos para el murciano y su conjunto.
Mañana, cuarta etapa. Fin al tríptico de etapas gaditanas, pero sin salir de una Andalucía protagonista. Salida desde Mairena de Alcor, en las afueras de Sevilla, y llegada a Córdoba. Se sube el puerto del Catorce por Ciento, de duras rampas y técnico descenso, donde hace algún año Nibali y Sagan se divirtieron a placer. Sin embargo, el rodeo que se realiza por la autovía antes de llegar a la ciudad de la mezquita puede minimizar el efecto de ese tramo.
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