Contestó agitado. El día a día lo mantiene ocupado y con muchas obligaciones, aún estando muy lejos de la locura y la vorágine del fútbol argentino. Se da un lujo cada tanto y disfruta. De su esposa Florencia y de su pequeña hija Constanza (o Connie). Recibe llamados día a día, algunos grandes equipos han consultado por él. Pero sigue firme: aunque desea regresar al país que lo vio nacer, la comodidad de Estados Unidos es demasiado placentera. Independiente insistió recientemente. Lo descartó de inmediato. Y después está Lanús. Siempre Lanús. Su casa, su hogar, su todo. El volante lo dejó claro: no piensa olvidarse de dónde salió.
‘’Mi apellido es Valeri’’. Lo dejó claro de entrada. Algunos osan pronunciarlo como Váleri. Era necesario eliminar cualquier tipo de duda. ‘’Las cosas han ido muy bien, el Portland Timbers crece día a día y estoy tan contento como mi familia. Disfruto de la Liga y de mi entorno’’, declaró a Sintonía de Gol, programa radial argentino que se transmite por AM 890. Asentado en Portland, la ciudad más importante de Oregón, goza de una tranquilidad complicada de encontrar en el día a día porteño o bonaerense. Ríos, montañas, mucho verde; naturaleza viva que escasea en las grandes urbes. ‘’Nos han tratado como en casa, eso facilita todo. Hay varios argentinos y tengo relación con casi todos. Maxi Urruti jugó en Portland en 2015. Con Javier Morales una relación muy linda, con Hernán Grana jugué en Lanús. Nos solemos juntar seguido’’.
Interiorizándose en los detalles del fútbol norteamericano, Diego Valeri hizo un interesante análisis: ‘’Donde estoy yo, la pasión es similar a la nuestra, a la sudamericana. Si bien el fútbol no es el primer deporte, tiene mucha historia en Portland y todos los partidos el estadio está repleto. Es todo muy organizado, la gente está muy metida en el crecimiento de la MLS y se empieza a transmitir la pasión que hay acá. En lugares como Portland, Atlanta, Orlando, Los Ángeles, Nueva York se llena la cancha’’. En un país donde la NBA y el fútbol americano suelen ocupar todas las portadas deportivas, el fútbol ha comenzado a ganar terreno y pide pista.
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De pronto, el tono de la conversación cambió junto con la temática: de la superabundancia económica norteamericana a la crisis financiera del fútbol argentino. ‘’El momento de la AFA habla de cómo se maneja la política en Argentina. De la desorganización, falta de controles, no rendir cuentas, improvisación. Habla de cómo funcionaron las cosas por mucho tiempo. En algún momento debía salir a la luz y toca empezar de nuevo. El fútbol es inagotable, algo único: con el tiempo, con una buena política, el fútbol argentino puede tener todo lo que verdaderamente merece’’. Limitado estructural e institucionalmente pero inagotable cantera de talentos, Argentina ha tenido algunos oasis importantes en el desierto. Uno de los tantos equipos que ha destacado en el último tiempo ha sido el Lanús de Jorge Almirón: ‘’Lo seguí muy de cerca y lo veo muy bien. Tiene una mentalidad e idiosincrasia admirable, encontró una manera de jugar que le dio resultados y que respeta lo que al hincha de Lanús le gusta. Me emociona verlo jugar’’. Lautaro Acosta, Maximiliano Velázquez y José Sand fueron algunos de los compañeros que salieron campeones junto a él allá por 2007 con Ramón Cabrero. Hoy continúan en el club y todos son piedras basales del equipo que ha deslumbrado al país en el último tiempo. ‘’Siempre me dan ganas de volver a ponerme la camiseta de Lanús. Es mi casa, el lugar donde nací y crecí. Pero hay muchas cosas que me atan y pesan en las decisiones. Mi realidad hoy está acá’’, sentenció.
Por otro lado, dio prácticamente por cerrada su etapa en la Selección Argentina: ‘’Tengo el sueño de ser convocado pero no tengo expectativas. Hay muchos jugadores jóvenes y, aunque esté en un buen momento, es muy difícil. Otras Ligas tienen más prestigio, la de Estados Unidos aún carece de ese prestigio. La edad influye también’’.
A su vez, elogió mucho a los últimos entrenadores que tuvo en el país: los hermanos Schelotto: ‘’Hay muchas similitudes en el Boca de los Schelotto con el Lanús en el que jugué. Tienen una enorme calidad de jugadores’’. Para cerrar, hizo referencia a su apodo de Maestro: ‘’Mi maestro fue Juan Román Riquelme. Creo que es uno de los jugadores más importantes de Boca, me inspiró siempre su manera de jugar. Elegante, número 10 que parece que juega en otra sintonía, muy creativo. A la vez, muy práctico. Siempre tomé cosas de él’’. Como no podía ser de otra forma, se despidió dejando un mensaje para el hincha granate: ‘’Solo tengo gratitud. Es mi casa y me han apoyado siempre. Me trataron de la mejor manera e hicieron mucho esfuerzo. El otro día me llegó la noticia de que fui elegido como uno de los mejores jugadores de la historia del club. Me pone contento tener esa recompensa del hincha tras haber aportado granitos de arena durante tantos años’’.
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