El Málaga de Míchel comenzó la temporada 2017-2018 con bastantes dudas que aparecieron durante una pretemporada poco convincente. Las bajas que se habían producido durante el mercado eran algo más que sensibles (sobre todo, Camacho, Sandro Ramírez y Pablo Fornals) y los fichajes que llegaban no parecían suplir a los jugadores que salieron.
Esas sensaciones iniciales más bien pesimistas se materializaron desde la jornada 1: Ante el Eibar, en casa, llegó la primera derrota. Y tras ese primer partido perdido, cuatro más consecutivos (ante el Girona en Montilivi, Las Palmas como local y Atlético de Madrid y Valenciacomo visitante). Pero es en Mestalla, a pesar de caer derrotado por 5 goles a 0, cuando las sensaciones cambian. Desde el comienzo del partido hasta el momento del 2-0 (en el minuto 55), el conjunto entrenado por Míchel González mostró una imagen totalmente diferente a la de los anteriores encuentros. Una imagen de equipo serio, competitivo y con una idea de juego. Gran parte de culpa la tuvo el uruguayo Diego Rolán, que estuvo enchufado desde el primer minuto de partido y generó varias ocasiones de peligro para el conjunto boquerón. A pesar de las buenas sensaciones, el Valencia le endosó una manita. A partir del 2-0, el Málaga es un descontrol y se comete error tras error. Aun así, se había creado un halo de esperanza.
Y esas pocas esperanzas rebrotaron en la afición malaguista el pasado sábado en La Rosaleda. Partido clave para comenzar a sumar puntos ante el Athletic Club de Ziganda. Y tras volver a los viejos fantasmas (el partido se puso 1-3 en el minuto 70), el Málaga consiguió un valioso empate y suma su primer punto de una temporada que parece que no será nada fácil.
En un arranque de Liga tan convulso, Diego Rolán, que llegó en las últimas horas del mercado, parece ser el clavo ardiendo al que el Málaga necesita agarrarse. Por su estilo de juego, Rolán es el tipo de futbolista que conecta a un equipo entero porque transmite las ganas dentro del campo. No da un balón por perdido y cada vez que el balón pasa por él, pasan cosas. Atrae a defensores y hace que los espacios aparezcan en las defensas rivales. La duda ahora está en si es un jugador que pueda utilizarse como único punta o necesita de un delantero para poder jugar más cerca de la zona de creación.
El ‘24’ del conjunto malacitano, elegido mejor jugador del partido en el Málaga 3-3 Athletic, habló sobre la situación del equipo tras el encuentro.
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