Es oficial, el uruguayo Diego Alonso se convirtió este miércoles en el nuevo técnico del Sevilla después que el club hispalense oficializara hace unos días el despido de José Luis Mendilibar. Tras la negativa de Marcelino García Toral a hacerse cargo del club, la cúpula sevillista finalmente opta por el técnico uruguayo de 48 años.
Alonso (Montevideo, 16 de abril de 1975) firma con el club andaluz hasta final de la presente temporada. No es novato en La Liga y es que cabe recordar que hablamos de alguien que fue delantero del Valencia, Racing de Santander, Atlético de Madrid, Málaga y Murcia entre los años 2000 y 2006. Aterriza ahora en Nervión, en un contexto complicado y con la última experiencia de haber dirigido a la selección de su país (Uruguay).
Diego Alonso cuelga las botas en Peñarol y poco después inicia su carrera como técnico en el Club Atlético Bella Vista charrúa en el año 2011. De ahí marcha al Club Guaraní de la liga paraguaya, donde está casi medio centenar de encuentros entre el torneo Clausura y el Apertura de las campañas 2012 y 2013.
El acumular buenos números en Paraguay le sirvieron para regresar a su país las dos temporadas siguientes, las cuales reparte entre Peñarol y Olimpia. Las cuatro siguientes temporadas serán un cambio de aires para Diego Alonso, quien marcha a México a dirigir al Pachuca desde la campaña 2015 a la 2018 y donde realiza los mejores números de su carrera como director técnico. En el club azteca consigue levantar dos títulos, el campeonato nacional de Clausura en 2016 y la CONCACAF Liga de Campeones en 2017, el máximo título continental en la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe.
Su extensa y destacada aventura mexicana continuará dos cursos más, en esta ocasión en Monterrey, entre 2018 y 2019 logrando su segundo título de la CONCACAF Liga de Campeones. Ya en el año 2020 marcha a Estados Unidos, firmando por el Inter Miami, donde estará únicamente 24 encuentros. Finalmente, Alonso será contratado por Uruguay, a quien logra clasificar al Mundial de Catar tras vencer en los cuatro partidos que restaban en el grupo sudamericano, siendo esos doce puntos vitales para el acceso a la Copa del Mundo de una selección charrúa prácticamente desahuciada en su camino mundialista. Ya en la fase final Uruguay quedaría eliminada en la fase de grupos empatado a 4 puntos con Corea del Sur.