Nuevo día de Mundial y sin sorpresas. Es cierto que Japón había quedado en primer lugar, pero Croacia es la finalista del último torneo. No hablemos de lo de Brasil, que goleó a Corea del Sur en un envite del que se ha hablado más de los bailes -totalmente mezquinos e innecesarios- que del brillante juego que mostraron.
Los nipones son muy complicados de analizar. Fueron capaces de superar a los dos mejores cuadros de la competición y de perder ante Costa Rica. Durante el torneo han tenido un patrón muy claro: cuajar una primera parte extremadamente defensiva para enloquecer tras el descanso. Esta vez, ante los croatas, Japón consiguió adelantarse gracias a un gol de Maeda. Es probable que el delantero del Celtic, que es el suplente de otro japonés en el club de Glasgow que no ha ido al Mundial, sorprendiera a su técnico. No había que remontar en el segundo acto. Había que aguantar.
Ivan Perišić no tardó en reventar el choque. El jugador del Tottenham es uno de aquellos que se prepara para las grandes citas. Con su selección no suele perdonar. El destino estaba escrito: este duelo debía tener una prórroga y unos penaltis. Desde los once metros, los de Hajime Moriyasu volvieron a chocar con sus propios traumas. Fallaron tres de los cuatro lanzamientos. Entra ya en la historia del balompié croata el guardameta ajedrezado: Dominik Livaković.
Posteriormente, los brasileños no tuvieron piedad de Corea del Sur. Los asiáticos, que protagonizaron una de las grandes historias de los grupos, no pudieron contener el vendaval de Richarlison, Neymar y compañía. Esta vez, tras una etapa sombría de la canarinha, sí se puede hablar de ‘Jogo Bonito’. Se acabaron los ‘trivotes’ y los sinsentidos de Dunga. (4-1)
Hoy España entra en el momento de la verdad. Los de Luis Enrique tienen que vencer a Marruecos, el mejor equipo de la primera fase, para estar entre los ocho mejores. Toda la confianza recae en el centro del campo del equipo y en la capacidad goleadora de Álvaro Morata, que fue sustituido en la última cita del combinado. Una derrota puede provocar un tsunami histórico.
También se la juegan Portugal y Suiza. El ambiente en la concentración lusa no es bueno: Cristiano Ronaldo insultó al seleccionador en el último compromiso del equipo. Lo recogió una televisión nacional. Fernando Santos, compungido, aseguró «que no le había gustado». Veremos si esta noche es importante ante los suizos, una selección que compite siempre. No está tan claro que la península ibérica esté de fiesta esta noche.
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