Deyna Castellanos tiene 18 años y es una de las mejores futbolistas del mundo. Cuando era pequeña eligió la pelota. Eligió bien: a pesar de que su rostro sólo transmite dulzura, cuando salta a la cancha se transforma.
La delantera venezolana estudia comunicación en una universidad de Estados Unidos y juega en un equipo de Florida como un diamante todavía por pulir.
Castellanos se convirtió el viernes en una de las tres finalistas para el premio The Best, galardón de la FIFA reservado a la mejor jugadora del año y que será entregado el próximo 23 de octubre. Además, compite por el premio Puskas al mejor gol del año.
Se convirtió en la sorpresa en la nominación para el premio, donde tiene como rivales a la holandesa Lieke Martens (actual mejor jugadora de Europa) y la estadounidense Carli Lloyd.
Al saber que fue seleccionada para el premio, casi llora de la emoción, según unas declaraciones difundidas por la Federación Venezolana de Fútbol.
«Estaba viendo en vivo las nominaciones por Facebook, casi me pongo a llorar. Estoy súper feliz de estar entre las tres finalistas y también nominada al Puskas. Para mi carrera, esto significa mucho porque es un paso adelante y un sueño hecho realidad», dijo Deyna Castellanos.
Castellanos juega en el club Seminoles de Florida, donde muestra su talento con el balón. Pero sus mejores destellos han sido vistiendo la camiseta de la selección vinotinto.
Fue nominada al mejor gol de la temporada por el tanto que marcó el 3 de octubre de 2016 en el Mundial Femenino Sub-17, celebrado en Jordania. Marcó desde el medio del campo.
Este año también fue nombrada Jugadora del Año en la United Women’s Soccer de Estados Unidos, tras anotar cinco goles y dar tres asistencias para que el Santa Clarita Blue Heat, su anterior club, llegara al subcampeonato.
«El año pasado fue una alegría inmensa ver nominada al Puskas a (la venezolana) Daniuska (Rodríguez). Ahora es inédito que yo también lo esté. Mi familia, mis amigos cercanos y yo siempre pensamos que para estar nominada, primero tendría que ir a un Mundial de mayores; pero no fue así. Esto es cosa de Dios. Es un honor estar nominada con Carli y Lieke. La verdad estoy súper contenta de poder estar allí y de poder ir a la gala, que me permite estar rodeada de grandes futbolista. Veremos qué pasa, está un poco reñido».
La jugadora ganó con Venezuela el campeonato Sudamericano sub-17 del año pasado y terminó en el cuarto lugar en el Mundial de Jordania de la misma categoría. Convirtió nada menos que 17 goles en 13 partidos en ambos torneos.
SU HISTORIA
Conocida por la «Reina del gol» y la «Messi venezolana», nació en abril de 1999 en la ciudad central de Maracay. Se formó en una de las escuelas fundadas por el astro venezolano Juan Arango, quien dejó su marca con su zurda prodigiosa en la historia de la selección venezolana.
Desde pequeña comenzó a destacar en un costado de la cancha. Eso hizo que llamara la atención de los entrenadores, quienes convencieron a sus padres para que le permitieran hacerse una carrera en el fútbol. En el año 2016 saltó a los titulares con una corta e intensa trayectoria y su gran despliegue en el Mundial Femenino sub-17 que la proyectó.
Tiene tatuada la palabra «familia» en un costado, en honor a sus padres y hermano. Pero su mayor admiración la reserva para Arango, a quien llama «padrino» y «la mejor zurda del planeta».
«No me acuerdo de cuántos años tenía la primera vez que la vi jugar, pero recuerdo que me impresionó. Una niña que con su edad fuera tan técnica, tan potente, que lo mismo le pegaba con la derecha que con la izquierda. La explosividad que tenía a la hora de arrancar… Para uno, como jugador, ver a una niña así es impresionante. En un tiempo no muy lejano va a ser la mejor jugadora del mundo, sin duda. Para mí la sucesora natural de Marta o Carli Lloyd sería Deyna. Trabaja día a día para eso, lo ha demostrado en el Mundial y estoy convencido de que va a lograr ser la mejor», la elogió Arango en 2016.
Foto principal: Univisión
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