El delantero rumano del Dépor, Florin Andone, ha sido uno de los nombres de la última jornada en La Liga. Con sus dos tantos ante la Real Sociedad ya suma cinco en esta temporada y cuatro partidos marcando de forma consecutiva: Granada, Sevilla, Málaga y Real Sociedad. Por su rendimiento pasan buena parte de las opciones de salvarse del Deportivo y personalidad no le falta.
El jugador fichado del Córdoba llegó a Coruña para hacer olvidar a Lucas Pérez. Tarea ardua y complicada, y más con los medios de comunicación recordándoselo cada jornada que no conseguía ver puerta. “Respeto mucho a Lucas pero no vengo a ser su sustituto. Vengo a ser Florin Andone”. Y ya lo está siendo, a base de goles. Pero de vez en cuando conviene recordar ejemplos positivos y espejos en los que poder mirarse. Estos son cuatro ejemplos deportivistas que deben servir de inspiración para Florin Andone:
1.- Roy Makaay
Fichado del Tenerife por menos de 10 millones de euros, el delantero holandés militó cuatro campañas en el Deportivo y marcó 96 goles en 179 partidos. Como jugador deportivista ganó una Liga, una Copa del Rey y dos Supercopas de España. Se hizo con el Pichichi de la temporada 2002/03 y sus grandes actuaciones hicieron que un gigante de Europa como el Bayern de Munich lo fichase por el doble de lo invertido. Un depredador del área, un francotirador de cara a gol, un asesino a sueldo con un único punto de mira: la portería. Su sangre fría y multitud de recursos para definir en el área eran un pozo sin fondo.
2.- Diego Tristán
El sevillano supuso una gran inversión para Lendoiro en el año 2000: 17 millones de euros que en aquella época era una fortuna no asequible por cualquiera. Desde su llegada se hinchó a marcar goles, nada más y nada menos que 23 en su primer año defendiendo la elástica deportivista y 111 goles en 252 encuentros durante seis temporadas en Riazor. Partícipe y protagonista de algunos títulos (se perdió la Liga, por ejemplo) junto con Makaay, compartiendo delantera y perforando redes, y asumiendo la responsabilidad cuando el neerlandés abandonó la disciplina coruñesa. No es canterano pero se hizo tan querido para la afición deportivista que parece criado en la casa gallega.
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3.- Walter Pandiani
Fichado de su país natal, Uruguay, de Peñarol, jugó dos temporadas en A Coruña; 18 tantos en 67 partidos, fue cedido y tuvo también buenas actuaciones en Mallorca, al igual que Tristán, y el charrúa regresó y acompañó al andaluz en la línea de ataque cuando Makaay fichó por el Bayern. El primer año de su segunda etapa, 2003/04, fue extraordinario, 20 goles en Liga y a punto de conseguir un pichichi histórico: hubiera sido para Diego Tristán en la 2001/02, para Makaay en la 2002/03 y de haberse producido, tercer para un jugador del Dépor distinto en tres temporadas. Pero se quedó a cuatro tantos. El uruguayo aunaba esa garra característica de su país con el trabajo, el sacrificio y los goles. 27 en 63 partidos en su segunda etapa para un total de 45 dianas en 130 encuentros, pues su última temporada se quedó a la mitad por desavenencias con su técnico y fue cedido al Birmingham.
4.- Lucas Pérez
El único nacido en A Coruña. Lucas necesitó de muchos años para asentarse en la élite y varios periplos exóticos por Ucrania y Grecia. No es la típica carrera brillante de un jugador en una gran liga desde joven, y en su primera temporada en el Dépor, 2014/15, solamente hizo seis goles. Fue la campaña 2015/16, en cambio, la de su explosión. 17 goles en 37 partidos de Liga y pieza clave para que el Deportivo se mantuviese en Primera División. Y no era el gran equipo de principios de siglo, Lucas lo hacía todo. Generar ocasiones, rematarlas, luchar, mandar, botar balones parados, el primero en la presión… y no pudo no abrir la puerta a la llamada de Arsène Wenger. Lo bonito que hubiera sido verlo con Andone en una doble delantero, y en el Super Dépor ya ni te cuento.