Cinco goles al Bayern Múnich en cuartos, tres al Atlético de Madrid en la ida de las semifinales y con un pie y medio en la final de la Champions League. El portugués Cristiano Ronaldo está brillando más que nunca en la primavera europea y cimentando, a base de récords, una nueva candidatura al Balón de Oro.
El mes de mayo fue siempre una época de sensaciones encontradas para el futbolista del Real Madrid. Celebró grandes títulos, pero llegó siempre al límite físicamente y no pudo desplegar su potencial en las finales de la Champions de 2014 y 2016. Aunque acabó ganando ambos partidos, su influencia fue mucho menor de lo que se esperaba.
Este año trazó un plan con el técnico Zinedine Zidane para llegar en plenitud al tramo final de la temporada. Cuando se deciden los títulos, cuando más se necesitan a los cracks, cuando enfrente se tiene a los mejores equipos del continente.
Y esta temporada, a sus 32 años, apareció el Cristiano Ronaldo más despiadado en el mejor escaparate posible. Sepultó al Bayern en cuartos de la Champions marcándole cinco goles a Manuel Neuer. Y el martes logró un nuevo «hat-trick» ante Jan Oblak, otro de los mejores arqueros del mundo, para dejar al Real Madrid a un paso de la final que se jugará en Cardiff el 3 de junio.
«Yo me siento muy bien, me preparé para estar bien en la fase final del campeonato y de la Champions», dijo hoy a los canales oficiales del Real Madrid. «Obviamente, hay que tener el punto de suerte también, porque me preparé y las cosas están saliendo bien. No solo a mí, sino al equipo también».
El portugués ya acumula 103 goles en la máxima competición de clubes del mundo, más que nadie en la historia, y entre las eliminatorias de cuartos, semifinales y finales suma 34 dianas. Además, el martes alcanzó la cifra de 400 con la camiseta del Real Madrid, club en el que marca de promedio más de un gol por partido.
«Estoy muy contento por marcar los tres goles y por llegar a mi gol 400 con el Real Madrid», señaló el martes en el estadio Santiago Bernabéu, que se rindió de nuevo ante el crack luso.
«Cristiano es único«, lo alabó su compañero Sergio Ramos. «Cuando está racha, el Madrid es distinto y se beneficia mucho».
Ahora Cristiano Ronaldo tiene ante sí un reto tan descomunal como sus propios números. Hacer del Real Madrid el primer equipo que gana dos Copas de Europa consecutivas desde que se introdujo el formato Champions a principios de los años 90 y llevar al club blanco a su primer doblete de Copa de Europa y Liga española desde 1958.
En su eterna lucha contra el tiempo, en la que evolucionó de un extremo potente que cabalgaba por todo el campo a un delantero que ha hecho del área su hábitat natural, Cristiano Ronaldo parece empeñado en callar a todos sus críticos, que no son pocos. El portugués ha resucitado las mismas veces que fue enterrado.
Actualmente es el hombre del momento en el fútbol europeo tras sus exhibiciones ante Bayern y Atlético y aparece en la «pole position» de la carrera hacia el próximo Balón de Oro.
Con el argentino Lionel Messi en una temporada llena de altibajos -combina chispazos de genialidad como en el clásico ante el Real Madrid con actuaciones grises-, Cristiano Ronaldo se encamina hacia una nueva distinción individual. Sería su quinto Balón de Oro, con el que empataría con Messi en esa eterna lucha que mantiene con el astro del Barcelona.