Hace dos años, en la
temporada 2015-2016, Ada Hegerberg recibió el primer gran trofeo
individual de su carrera. La UEFA galardonó a la delantera noruega con el
premio a mejor jugadora de Europa, después de liderar a un Olympique de Lyon
campeón de la Champions League, además de llevarse sus dos títulos nacionales.
El premio lo recibió nada menos que de Ángel María Villar (entonces presidente
de la RFEF y vicepresidente de la UEFA) y reconocía un curso espectacular en
el que anotó 54 goles.
Ada, sin embargo, fue
ninguneada en el The Best, premio que ese mismo año estrenaba la FIFA
tras desvincularse de France Football. No estuvo ni entre las ¡10! nominadas,
pese a haber sido la futbolista más importante en la consecución de un triplete
histórico para el mejor equipo del continente. Su único lastre figuraba en los
Juegos Olímpicos de Río, donde Noruega no participó. El podio fue ocupado por
Carli Lloyd, Marta y Melanie Behringer.
Por supuesto, el
resultado fue injusto, como suelen ser los premios femeninos. Este mismo
año, el The Best lo recibió Marta, que ni figuró en el XI ideal de la NWSL
(liga estadounidense) ni brilló en la Copa América que ganó Brasil. Hegerberg
fue tercera, pero triunfó en la votación de los periodistas (casi un tercio
le dio los cinco puntos) y anticipaba su triunfo en el primer Balón de Oro
femenino de la historia, también votado por los profesionales de la
comunicación de cada país.
Hay discrepancias, sin
embargo. Para muchos, Pernille Harder es considerada la mejor jugadora
del mundo y sus números esta temporada la avalan: 42 goles, subcampeona de
Europa, campeona de la Bundesliga. Además, y según un informe muy trabajado de
Borja Rodríguez (@FutFemdelMundo), la danesa hizo más goles decisivos (8)
que la noruega a lo largo de la temporada.
Pero no hay motivos para
encender la polémica. Harder quedó segunda a tan solo seis puntos de Hegerberg,
cuyos méritos están más que justificados: Marcó 31 goles en la Liga francesa
y 15 en la Champions, récord en la historia del torneo (aunque muchos de
ellos fuesen ante rivales débiles). Y el primer criterio que rige el Balón de
Oro es el del palmarés individual y colectivo durante el año. Pesa mucho
la consecución de la UWCL, como lo será en 2019 el Mundial de Francia. Por
cierto, a finales de marzo tendremos un Lyon-Wolfsburg en cuartos de final de la
Champions, o lo que es lo mismo: Un Hegerberg vs Harder. Ahí la danesa tendrá
oportunidad de revancha.
Al menos la FIFA quedó
retratada una vez más frente a la elección de los periodistas. Marta, ganadora
del The Best, acabó cuarta (no merecía estar ni entre las 10 primeras, pero
bueno) a 59 puntos de la ganadora. Los que apoyan a Pernille aplauden
igualmente a Ada, porque sí es una futbolista que merezca levantar un premio de
estas características, para mi más prestigioso que los que puedan dar las instituciones
oficiales. Y dejando a un lado la metedura de pata de Martin Solveig (patochada
machista fuera de guión, o eso quiero creer), la organización se portó.
Hegerberg tuvo los mismos honores que Mbappé y Modric y recibió por todo lo
alto un trofeo precioso, un Balón de Oro idéntico al del jugador croata, y en
una fecha libre de ventanas internacionales para que gran parte de las
futbolistas pudieran acudir, (no como en la UEFA). France Football llega tarde
(ha creado un galardón femenino 17 años después de la FIFA) pero ya ha superado
a sus competidores en credibilidad y puesta en escena.
You must be logged in to post a comment Login