Después de nueve jornadas de Premier League el Liverpool ocupa la tercera posición con 20 puntos, los mismos que el Arsenal (2º) y Manchester City (1º). Los de Klopp son de bronce por el momento porque han encajado dos goles más que sus rivales más próximos. Cuando el alemán llegó al banquillo la temporada pasada trajo consigo su inconfundible sonrisa y la ilusión por guiar a un equipo histórico en horas bajas. No tardó en adaptarse, llegar a la final de la Europa League -se la llevó el Sevilla- y empezar a dotar al equipo de unas características propias.
El peso de la historia del club no cayó sobre el técnico, sino que con su creencia y personalidad única está consiguiendo transmitir el liderazgo del banquillo al terreno de juego. Desde que aterrizó en el club de Merseyside ha ganado a Mourinho, Conte, Ranieri, Van Gaal, Pellegrini, Tüchel o Wenger. Para ello, ha encontrado a un jugador que, por su lugar de nacimiento -y si tenemos en cuenta que Klopp es un alemán atípico-, es su prolongación en el césped: Phillipe Coutinho.
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El brasileño terminó la temporada pasada con cuatro premios bajo el brazo, todos ellos recibidos en la gala que organiza el propio club. Coutinho fue elegido por los aficionados como el mejor jugador de la temporada del Liverpool, además de marcar el gol del año y realizar la actuación individual del año. También sus propios compañeros le premiaron como el jugador del año. «Sus métodos nos han ayudado a mejorar como jugadores. Las ideas de Klopp me están ayudando a mejorar como jugador«, expresó el jugador.
El internacional con Brasil se convirtió en imprescindible para el entrenador y el esquema del Liverpool, y en el comienzo de la Premier continúa siendo el líder del equipo. Más allá de sus tareas defensivas, Coutinho se esfuerza por crear el juego de su equipo y, además, ayuda con goles. En sus nueve apariciones en liga ha marcado cuatro tantos. Rápido, con desborde y visión de juego, compañeros como Sturridge agradecen sus asistencias. Coutinho, brasileño, es un futbolista técnico, con calidad en los pies y precisión en el pase.
El centro del campo de Anfield es suyo y sobre el césped se entiende bien con los compañeros. Como dijo Coutinho, «sentimos que vamos por el buen camino gracias a él y creemos que podemos pelear cosas importantes«. El dinamismo de su juego es la viveza de Klopp, que ha encontrado en Coutinho un jugador para dirigir al Liverpool al lugar de la historia que le pertenece.
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