Hace 15 días escribí un artículo en este mismo medio titulado ‘Cosas que no entiendo’. En él me centraba básicamente en la elección del mejor XI de la FIFA en el que no aparecía ninguna jugadora del Barça, a pesar de ganar el triplete la temporada pasada, y por lo tanto, ni rastro de Alexia Putellas, que en esa misma gala fue elegida la mejor jugadora del planeta tierra y meses antes recibió el Balón de Oro. Dos semanas después sigue habiendo cosas que no entiendo y por eso he decidido hacer una versión 2.0.
Hay cosas que no entiendo y no me entran en la cabeza, como por ejemplo que el equipo femenino del Rayo Vallecano y sus jugadoras estén viviendo una temporada indigna y que, por supuesto, no merecen. No hablo de resultados deportivos ni de que sean colistas. Ahora mismo, es lo de menos. Hay muchísimas cosas más importantes que eso, aunque a veces se nos olvide.
Durante lo que llevamos de temporada no he entendido cómo el equipo, que milita en la Primera Iberdrola, o lo que es lo mismo, la máxima categoría del fútbol femenino en España, ha tenido que viajar sin cuerpo médico en más de una ocasión a los partidos de liga. Como (bueno, sin el como) si el físico de las futbolistas, que es su herramienta de trabajo, no importase. ¿Cómo se ha dejado que las integrantes de la plantilla pasen el bochorno de ser atendidas por los médicos del Athletic Club y del Barça en pleno partido? ¿Cómo puede ser que no tuvieran contrato con la temporada ya empezada?
Y cuando parecía que la situación no podía empeorar… deciden fichar a Carlos Santiso para hacerse cargo del equipo. El mismo Santiso que, siendo entrenador de la Sub’12 madrileña, bromeó sobre violar a niñas menores, tal como recoge el audio que mandó hace 4 años a un grupo de Whatsapp. Dicho audio dice lo siguiente:
- “¡Qué pasa, equipo! Dos cosas: espectacular la primera parte […] y luego la otra es que este staff, Álvaro, estoy contigo en que es increíble, pero nos faltan cosas, nos falta, sigo diciéndolo, hacer una pues como los de la Arandina tío, nos falta ir y que cojamos a una, pero que sea mayor de edad para no meternos en jaris, y cargárnosla ahí todos juntos. Eso es lo que une realmente a un staff y a un equipo. Mira a los del Arandina, iban directos al ascenso. Venga chavales, buen domingo”.
Ahora, 4 años después de decir estas barbaridades, es entrenador de la primera plantilla. Algo que tampoco entiendo. El club, en voz de su presidente Raúl Martín Presa, ha dicho que ha aceptado las explicaciones de Santiso en referencia al caso. Aunque el implicado, de momento, no las ha dado públicamente. Y lo que me preocupa es que el presidente haya prohibido a las jugadoras pronunciarse al respecto, tal como han desvelado los compañeros de Radio Marca. Ellas sí han mostrado su rechazo a “estas declaraciones por ser contrarias a la dignidad de las mujeres y que son de una gravedad que no es aceptable en ningún caso”, mediante un comunicado. Ahora, lo que sí entendería es que hubiera consecuencias. Veremos.
P.D: Esta columna no tiene la intención de convertirse en una pataleta quincenal pero, de verdad, hay cosas que no entiendo y no se pueden permitir.
Imagen de cabecera: Alex Pérez