El vigente campeón de Europa ya no asustaba. El Real Madrid agarró una de las mejores rachas de la historia en el momento menos importante. No es cómo se empieza, es cómo se acaba. Y el cuadro de Carlo Ancelotti arrancó de 10 y acabó con un “necesita mejorar” en la temporada 14-15. Llegaron en aquel inicio para la historia a las 23 victorias consecutivas antes de que el Valencia de Nuno les arrancara en Mestalla su sonrisa. Los rojiblancos, por su parte, seguían soñando. El curso anterior se quedaron a un paso de tocar el cielo europeo hasta que llegó Sergio Ramos. En los derbis madrileños ya no se buscaba rival. Se había convertido en uno de los mejores encuentros que se podían ver en todo el mundo. El Vicente Calderón sabía que le quedaba poco. Debía disfrutar.
El encuentro tuvo un vuelo tremendo. Tiago hizo explotar de alegría el Calderón con un disparo seco en el que Casillas podría haber hecho algo más. La fiesta solo acaba de empezar. Saúl Ñiguez marcó un golazo de chilena, tras un tremendo centro de Siquiera. Los merengues no podían contener un huracán devastador, envalentonado por el aliento de una afición enamorada de un conjunto que, por encima del marketing, de verdad, “nunca dejaba de creer”. Casillas tuvo que recoger otro balón del fondo de su portería, por culpa de Antoine Griezmann.
La espalda del Real Madrid, apuñalada una y otra vez por la velocidad y el empeño local, se descomponía. Hubo tiempo para que Torres se uniera a la fiesta local con una asistencia a Mandžukić. Aquel curso los colchoneros acabaron terceros. Los de Ancelotti no pudieron igualar el ritmo del inicio y acabaron con las competiciones que ganaron al inicio de curso: Mundial de clubes y Supercopa de Europa. Tras aquel derbi, los futbolistas blancos celebraron el cumpleaños de Cristiano Ronaldo, momento muy recordado por Piqué en la celebración del título liguero: “Kevin Roldán, contigo empezó todo”, gritó. Posteriormente, Ancelotti fue relegado de su cargo sin ninguna explicación. Parecía que su relación con Florentino había cambiado, pero hoy está de vuelta. Qué cosas.
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