Iñaki
Peña; Morey, Mingueza, ‘Chumi’, Miranda; Jandro, Riqui Puig, Collado; Carles
Pérez, Marqués y Abel Ruiz. Recordad sus nombres y, dentro de unos años, volved
a revisar el once que alineó García Pimienta en la final de la UEFA Youth
League. Dependiendo el porcentaje de jugadores que estén en el primer equipo, adquirirá
una relevancia u otra la segunda Champions juvenil del club. ¿De qué serviría
tener el mejor Juvenil de Europa si no acaba reforzando al primer equipo?
Es duro ver con perspectiva el once inicial del Barça en la final
de la Youth League del 2014. Ondoa; Godswill, Riera, Tarín, Quintillá; Ortega,
Enguene, Kaptoum; Adama, Munir y El Ouriachi. El MVP del torneo fue para Munir,
a quien se le recuerda por su golazo desde mediocampo en la final. De aquella
plantilla, el delantero es el único que tiene ficha del primer equipo, eso sí,
en calidad de cedido en el Deportivo Alavés y con un retorno a Can Barça más
que complicado. Palencia y Tarín son los únicos que continúan vistiendo de
azulgrana, pero en el filial.
Onana y
Adama han triunfado lejos de Barcelona. El primero siendo el guardameta titular
del Ajax y el segundo titular en el Middlesbrough, que lucha por ascender a la
Premier League. El resto de la plantilla se encuentra en filiales de otros
equipos españoles, de poco renombre o incluso sin equipo, como es el caso de
Enguene.
Es evidente que hay potencial en las
categorías inferiores del Barcelona; solo hay que saber aprovecharlo. Todo pasa
por volver a reflotar el ADN que tanto nos ha caracterizado. ‘Cantera antes que
cartera’. Para ello es primordial que los entrenadores del primer equipo y del
filial confíen en la cantera, apuesten por ellos y les ofrezcan cierta
continuidad. Todo lo contrario a lo que se está haciendo. En las últimas tres
temporadas se han fichado a 34 jugadores para el Barça B. Ni confianza ni
continuidad. Es así como los jóvenes canteranos ven un tapón para llegar al
filial, por no hablar ya del primer equipo.
Independientemente de la categoría en
la que juegue el Barça B, el único objetivo debería ser la formación de
jugadores para poder nutrir al primer equipo. Sí, obviamente, mejor hacerlo en
la Liga 123 que en Segunda B. Ahora bien, si estar en la categoría de plata implica
primar los resultados y fichar a jugadores más contrastados para salvar la
categoría; prefiero un filial de canteranos en Segunda B con continuidad y
proyección para abastecer al primer equipo.
La llegada de García Pimienta al
Barça B es la mejor noticia posible para las jóvenes promesas, independientemente
de si se consigue la salvación o no. Es uno de los grandes valedores de la
Masia. Su paso por el Cadete A, Juvenil B y Juvenil A durante catorce
temporadas le avalan para ello. Así, parece impensable imaginar el Barça B de
la temporada 18/19 sin Iñaki Peña, Miranda, Jandro, Riqui Puig, Monchu,
Collado, Carles Pérez o Abel Ruiz entre otros muchos.
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