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París 2024

Con el corazón roto

A Carolina deberíamos decirle más veces lo orgullosos que estamos de ella. Deberíamos hacerlo más porque puso el bádminton español, cuando era un desconocido en nuestro país, en lo más alto. Deberíamos hacerlo porque tras un palmarés envidiable le tocó perderse los Juegos Olímpicos de Tokio por lesión. Y aún deberíamos hacerlo más porque tras un calvario resurgió, con mucho esfuerzo y la dedicación de todos estos años, para volver a brillar. Hoy es un día fácil para esta reflexión, pero tendríamos que tenerla escrita en un post-it y llevarla pegada en la frente.


Carolina dice adiós cuando ya lo tenía. Dicen que con esfuerzo todo se consigue. No es cierto. El deporte tiene también su sabor más amargo y cruel, y nadie está exento de ello. La lesión de hoy es durísima para una deportista que ha luchado de manera incesable para estar en esa pista. A la onubense le toca vivir la peor parte, la de merecer más y obtener menos; porque cuando se tiró al suelo con un profundo dolor – más en el pecho que en la rodilla-, el billete a la final ya llevaba su nombre y apellidos.


En las gradas, tras el televisor, un nudo en la garganta y el corazón roto. Sus lágrimas nos duelen. Sabemos que volverá, porque Carolina es un sinónimo de resiliencia. También sabemos que está viviendo uno de los momentos más duros de su carrera profesional. Y solo podemos decirle algo que deberíamos decir más: Carolina, estamos orgullosos de TI.

Contenido patrocinado por Iberdrola

Editora en SpheraSports. Especialista en Scouting y análisis de juego por MBPSchool. Sport Social Media. Eventos Deportivos

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