El Madrid CFF ha pasado los dos últimos años en el alambre, lejos del nivel mostrado en su primer curso en la élite. Entonces rozó la clasificación para la Copa de la Reina, firmando un meritorio décimo puesto y poniendo en aprietos al mismísimo campeón, el Atlético (le rascó un empate en el Wanda Metropolitano). En las dos campañas siguientes se ha visto más cerca del precipicio de lo que desearía: logró la salvación en la 18-19 con dos victorias agónicas en las dos últimas jornadas y se quedó a solo dos puntos del descenso la pasada temporada, cuando empezó el confinamiento a raíz de la crisis sanitaria del covid-19.
Ya en invierno el club tuvo que acudir al mercado, revolucionando el vestuario con ocho1 futbolistas extranjeras, una reacción drástica tras 11 partidos sin ganar (ocho derrotas) y con cuatro jugadoras importantes (Hickmann, Okeke, Ale Rosillo e Itziar Pinillos) fuera del equipo por lesiones de gravedad. Parecía que se enderezaba el rumbo con dos victorias contundentes ante Athletic y Espanyol (4-1 y 1-3 respectivamente), pero a 1 de marzo el cuadro de Óscar Fernández rozaba el descenso tras caer 5-0 ante el Barça, solo unos días después de la dolorosa eliminación en Copa a manos del Sevilla (0-3).
Tras los meses de cuarentena, la dirección deportiva volvió a agitar el mercado de fichajes. Autoproclamado como el “proyecto exclusivamente femenino más grande de Europa”, el club debía cambiar los objetivos de permanencia por otros más importantes. Estabilizarse en una Primera División femenina en crecimiento constante y con el añadido de que esta vez cuatro equipos descenderían a Reto Iberdrola, el esfuerzo en los despachos fue titánico. Tal así que de las 19 futbolistas que arrancaron la 19-20 solo se mantienen nueve: Paola Ulloa, Mónica Hickmann, Chidinma Okeke, Itziar Pinillos, Sara Tui, Silvia Rubio, Estela Fernández, Laurita Domínguez y Macarena Portales.
Antes de acabar el curso, Clau Roldán se marchó a la Real Sociedad (ahora milita en el Albacete) y Marie Laure-Delie, flamante fichaje veraniego, anunció su retirada. En verano, 13 jugadoras dejaron el equipo:
Fichajes invernales que no fructificaron, crisis sanitaria mediante: Ingrid Moe (Everton), Jang Sel-gi (de vuelta al Red Angels surcoreano donde milita la española Eli del Estal) y Marie Awona (regresó al Reims).
Descartes: Raquel Poza (Santa Teresa), Ana María Catalá y Mrabet (Rayo), Marta Turmo y Laura Fernández (Espanyol), Maricarmen García-Uceda (sin equipo) y Bruna Tavares (Pozoalbense).
Jugadoras que se marcharon para crecer futbolísticamente: Gio Queiroz (Barcelona) y Analu Martínez (Nápoles, aunque hace unos días ha sido cedida a la Roma).
A esto hay que añadir la retirada de Alexandra López y la salida de Alba Mellado en este mercado invernal, rumbo al Santa Teresa tras seis años en el club.
Una revolución en toda regla. Mantener los acertados fichajes invernales resultó imprescindible, pues Antonia, Frisbie, Chikwelu y Valeria Cantuario dejaron grata impresión, especialmente esta última. De Geyse Ferreira poco vamos a descubrir: dejó un vacío enorme cuando se fue al Benfica y a su vuelta se ha convertido en la futbolista más desequilibrante de la plantilla. A sus 22 años raro es que no tenga serios pretendientes de cara al próximo curso.
No fue fácil la reconstrucción: las incorporaciones llegaron a cuentagotas en una plantilla que se había quedado muy escasa. Dio un golpe sobre la mesa con la llegada de Priscila Borja y Joyce Borini, especialmente con la ex delantera del Betis (sale a gol cada dos partidos). Dos jugadoras experimentadas y con todavía mucho que dar. Tras la llegada de dos jugadoras jóvenes como María Sampalo y Paula Gutiérrez se vino encima la temporada. Ahora, el Madrid CFF está haciendo aquellos deberes que se quedaron pendientes, firmando en apenas unos días a cuatro futbolistas: la brasileña Lais Araujo, las internacionales nigerianas Ogonna Chukwudi y Osinachi Ohale (ex Real Madrid y Roma) y la española Lucía León, que vuelve al equipo en el que creció tras siete temporadas en el Tottenham.
Ahora, el Madrid CFF está en condiciones de presumir no solo de gran plantilla, sino de excelentes resultados: ha logrado la victoria en las últimas cinco jornadas, colocándose en quinta posición y muy cerca de los puestos Champions (empatado a puntos con Atlético y Real Madrid). En esta racha ha marcado 11 goles y solo ha encajado dos, dejando la portería a cero en tres de los cuatro partidos que ha disputado como anfitrión. Al gran trabajo de Óscar Fernández, que ha conseguido aclimatar en tiempo récord un vestuario de lo más variopinto y dotarle de una idea clara de juego, se une el altísimo nivel individual mostrado por las ya cracks Valeria, Geyse, Estela, Hickmann, Antonia y compañía. Mérito también de una dirección deportiva digna de alabar en los tiempos que corren. Se ha movido como pez en el agua.
Inagen de cabecera: Madrid CFF
