Analizamos el papel de los grandes torneos internaciones, las ligas nacionales y la sociedad en general para que el fútbol femenino alcance una repercusión global.
Como sabemos, en los últimos tiempos se han dado pasos de gigante para que el fútbol femenino gane la relevancia que merece, y ya es seguido con mucha expectación desde los grandes estadios de los mejores clubes españoles hasta las casas de apuestas en Andorra. Algo que va también en beneficio de un deporte que con la inclusión puede crecer más todavía, universalizándose tras derribar todas las barreras.
La conquista del Mundial por parte de la selección ha supuesto un gran impulso, lo que demuestra el papel que tienen los grandes torneos internacionales a la hora de dar visibilidad y poner en valor el mérito deportivo a los ojos no ya de un país, sino a escala global. Por ello, es tan importante que estos torneos cuenten con una buena organización, y que sean capaces de atraer público, porque en cualquier evento deportivo que se celebre no hay mayor magnetismo que ver unas gradas llenas.
Asimismo, cuando hablamos de campeonatos internacionales, nos referimos también a torneos como la Champions League, que juega un papel fundamental a la hora de poner en órbita el fútbol femenino de clubs, forjando la competitividad de las jugadoras, potenciando la profesionalización a todos los niveles, captando aficionados y atrayendo sponsors.
Pero en la base de todo ello, es esencial que exista una competición nacional doméstica potente, como la que hay en España desde hace años, gracias a unas jugadoras que han demostrado que a poco que cuenten con el respaldo de los clubs y se les garanticen unas condiciones contractuales mínimamente dignas pueden ofrecer un rendimiento espectacular, premiado por la asistencia masiva a grandes estadios, con partidos concretos en los que se han podido ver llenos el Camp Nou, San Mamés o el Metropolitano del Atlético de Madrid.
El camino a la conquista de un Mundial no empieza en la nada, y por ello tiene una gran influencia en su consecución que muchas jugadoras hayan podido competir antes en una liga competitiva y foguearse en un torneo como la Champions. De hecho, es bastante significativo que muchas de ellas, las 9 del Barça, viniesen de ser campeonas de Europa con su club en la temporada precedente.
Con todo, queda todavía camino por andar hacia una plena equiparación con sus compañeros masculinos, algo que para lo que va a resultar fundamental el compromiso institucional, pero sobre todo la concienciación social, siendo muy importante a este respecto un redimensionamiento del concepto de mérito deportivo.
Pese a ello el proceso es imparable, y los indicios se pueden apreciar desde en el espacio conquistado en la sección de deportes del telediario, hasta en detalles como que la mejor casa de apuestas dentro de las páginas de juegos de azar de Andorra dé ya una gran relevancia a las apuestas futbol femenino.
No sabemos exactamente qué deparará el futuro, aunque las señales que se perciben son muy halagüeñas.
