Sencillamente, el mejor partido del mundo en la actualidad. Los dos mayores dominadores de la Premier League y principales favoritos en la Champions se enfrentaron ayer por la tarde en el Etihad Stadium de Manchester con mucho más que tres puntos en juego.
En la previa del encuentro, Manchester City era líder de la Premier, perseguido por el Liverpool, solo un punto por detrás. Tras el mismo, todo sigue igual. Y es que el empate 2-2 final es un resultado que mantiene la liga inglesa prendida fuego. Una hipotética victoria de los de Pep los habría despegado a cuatro puntos de sus perseguidores, lo que supone más de un partido de diferencia, algo que podría ser definitivo a estas alturas de competición y viendo el nivel del City. Si hubiera ganado el Liverpool le habría arrebatado el puesto de líder y se pondría dos puntos por delante. Pero el empate mantiene todo abierto y tal cual estaba, tendrá que decidirse el tema frente a otros rivales.
El partido fue un auténtico espectáculo, puro fútbol moderno. El dominio general fue de los citizens pese a que los de Klopp también tuvieron sus tramos. La primera parte fue muy loca: en el minuto cinco, Kevin de Bruye, que fue el MVP del partido sin ninguna duda, abrió el marcador para el Manchester City. La reacción ‘red devil’ no tardó en llegar pues tan solo ocho minutos más tarde Diogo Jota lograba el tanto del empate. La primera parte todavía tendría más que ofrecernos y, a través de Gabriel Jesús, los de Pep se volvían a adelantar en el marcador antes del descanso.
Si estábamos disfrutando este partido, imagínense lo que es que nada más empezar la segunda mitad Sadio Mané iguale el marcador de nuevo. No tardó ni un minuto. 2-2 en el 46′. Más tarde se le anularía un gol a Sterling por fuera de juego y el luminoso no se movería más. Un auténtico partidazo digno de ver repetido.