No hay verano sin escándalo en el fútbol italiano. La celeridad con las que avanzan las investigaciones sobre amaños de partidos no es suficiente para ahuyentar esta lacra del Calcio. El Catania y su espectacular remontada durante el mes de abril para evitar el descenso a Serie C son los últimos señalados.
Tras caer contra la modesta Virtus Entella, el Catania se encontraba en el penúltimo puesto de la clasificación, apenas unos meses después de comenzar una temporada en la que partía como gran favorito por plantilla. Fue entonces, según las investigaciones de la Fiscalía de Catania, cuando comenzó la maquinaria de los amaños.
Entre el 29 de marzo y el 24 de abril el Catania enlazó cinco triunfos consecutivos que apartaron el fantasma del descenso: Avellino (partido sospechoso), Varese, Trapani, Latina y Ternana (partidos investigados), además del empate contra el Livorno del 2 de mayo, también investigado.
El presidente del Catania, Antonino Pulvirenti, ha sido detenido como ‘cerebro’ de la trama de amaños para comprar esos partidos y evitar el descenso. Con él, el director deportivo Daniele Delli Carri y el vicepresidente Pablo Cosentino. El enlace principal era el agente de apuestas deportivas Giovanni Impellizzeri, además del agente FIFA Fernando Arbotti, que ponía en contacto con los jugadores a comprar, el representante Fabrizio Milozzi y el dirigente, Piero Di Luzio, contactos de Delli Carri de su época en el éxitoso Pescara que ascendió con Zeman a Serie A.
También investigados los futbolistas supuestamente comprados de los equipos rivales: Alessandro Bernardini (Liv), Riccardo Fiamozzi (Varese), Luca Pagliarulo y Antonino Daì (Tra) y Matteo Bruscagin (Latina). Su ‘precio’ rondaría entre los 10.000 y los 20.000 euros por vender el partido. En una investigación derivada, se sospecha del Messina-Ischia de Serie C, con el presidente del Messina Pietro Lo Monaco (antiguo administrador delegado del Catania) implicado.
En las conversaciones telefónicas interceptadas que dieron lugar a la investigación y posteriores detenciones, se usaban palabras en clave como ‘il treno’, el tren, para referirse a los futbolistas comprados, o números de andenes u horarios para referirse a un partido o al dorsal del jugador.
“Son deficientes, demasiados malos. Si no nos ocupábamos nosotros de estos cinco partidos habríamos descendido”, exclamaba por teléfono Impellizzeri. En otra conversación, el propio Pulvirenti aseguraba: “Ya me he dado cuenta cómo funciona el campeonato de Serie B. ¡El año que viene terminamos primeros!”.
No es el único escándalo en las últimas semanas en el fútbol italiano. En la operación denominada Dirty Soccer, se realizaron decenas de detenciones relacionadas con el amaño de partidos esta misma temporada en Serie C y Serie D, en especial de equipos del sur del país. En estos amaños se sospecha la implicación clave de la ‘Ndranghetta, la potente mafia calabresa.
En esta operación también se ha investigado a equipos punteros de la tercera división italiana como la Salernitana, que ascendió a Serie B, el Benevento o el Ascoli. Aunque el equipo que puede tener más problemas es el Teramo, que según las investigaciones, amañó el encuentro contra el Savona que supuso su ascenso a Serie B y podría ser excluido.