Tras la desastrosa eliminación ante el Oporto en la previa de la Champions, la Roma sólo pudo sacar un punto de su visita al Cagliari, lo que ha provocado que las malas noticias se acumulen para el equipo de Spalletti. La única nota positiva rescatable del inicio de temporada es el regreso de Kevin Strootman y las buenas sensaciones que transmite.
Una recuperación, tras dos años lastrados totalmente por las lesiones de rodilla, que tuvo como recompensa un ansiado gol después de 952 días exactos de espera pese a que únicamente sirvió para obtener un empate en Sant’Elia después de que la Roma se hubiese situado 0-2 en el marcador tras el tanto de Strootman en un partido marcado, además de por la remontada sarda, por la decisión de Spalleti de quitarle la capitanía a De Rossi.
El último gol del centrocampista holandés databa del 18 de enero de 2014, hace más de dos años y medio, en la victoria por 3-0 en el Olímpico de Roma ante un Livorno que hoy se pierde en la Lega Pro tras su descenso del curso pasado.
No es tiempo para alegrías en la Roma giallorossa pero al menos, sus desencantados tifosi sí pueden esbozar una ligera sonrisa si focalizan su mirada en Kevin Strootman. El luchador incansable que debe servir de ejemplo para que el equipo vuelva a levantar la cabeza y que tras casi mil días plagados de lesiones serias, recuperaciones, dudas, dolores y recaídas; ha sido capaz de volver a celebrar un gol.