Más allá del aspecto físico, de las características como jugador y de cómo pueden acoplarse al equipo, los futbolistas con una calidad superior parecen decidir cuándo estar y cuándo no. Hazard y Balotelli son los últimos paradigmas. De cerca les sigue Carlos Vela (México, 1989). En los últimos tiempos el futbolista de la Real Sociedad ha vivido entre la polémica y el estado de pasotismo. Once jornadas después quiere dejar atrás ese pasado.
El mexicano ha mostrado sus dos caras más radicales desde que llegase a San Sebastián en la temporada 2011/2012. Anoeta ha disfrutado de un jugador menudo, rápido, técnico, con buena conducción de balón y olfato goleaor. A su vez, ha sufrido su aparente dejadez, apatía y desgana sobre el terreno de juego, y el acomodo en la élite del fútbol español.
Carlos Vela celebrando un gol con sus compañeros | Getty Images
Ahora, en la temporada 2016/2017, el jugador ha recuperado su mejor versión. Cuenta con cuatro goles en once jornadas -la temporada pasada anotó cinco en total- y, tras dar Eusebio con la tecla, la Real crece jornada tras jornada. Con el equipo lo hace también Vela, quien se entiende perfectamente con Willian José y junto con Oyarzábal y Xabi Prieto la Real Sociedad ofrece un fútbol vistoso de tres cuartos en adelante.
Contra el Atlético de Madrid, firme candidato a ganar la liga, Carlos Vela evidenció que ha vuelto. El equipo del Cholo se mostró frágil y vulnerable atrás. Koke y Gabi se vieron superados por las internadas del mexicano y los jugadores del Atleti solo pudieron pararle haciéndole penalti. Con un toque sutil de tobillo engañó a Oblak desde los once metros y el 2-0 llegó después de que cometiesen penalti sobre él.
De querer marcharse a EEUU a lucir sobre los campos de Primera. De la discreción al atrevimiento y de lo fugaz a la regularidad. Carlos Vela decide estar, luce, de nuevo, su calidad sobre el césped y la Real Sociedad sueña con los puestos europeos.