Cuatro meses sin competir son muchos. El tenis no perdona: no comparecer a los torneos implica a perder puestos en el ranking. La temporada ha arrancado y Carlos Alcaraz se ha subido al tren en marcha. Ha aparecido un tal Novak Djokovic, viejo zorro, para alzar el Australian Open y volver a erigirse como mejor jugador del mundo. El español tiene mucho trabajo por delante, pero este deporte va de eso: de currar.
“He conseguido mi sueño en prácticamente un año, me pilló un poquito por sorpresa, pero me lo he tomado de la manera más natural posible. Tengo claro que el tenis es lo que más me gusta y aquello que quiero hacer, más allá de los resultados”, aseguró el jugador. Es evidente que levantar el US Open con 19 años no podía estar en los mejores sueños de nadie. El triunfo en Estados Unidos, además, le permitió ser el mejor del mundo.
“Después de haber conseguido el número uno hay que marcarse nuevos objetivos a largo plazo, pero por encima de todo debo seguir disfrutando del tenis, seguir entrenando y seguir mejorando, porque soy muy joven y todavía tengo muchísimas cosas que mejorar”, afirmó. Su primer paso hacia sus próximos retos pasa por Argentina. El país sudamericano es un lugar donde todo se vive con un fervor especial. Da igual el deporte.
Es un ATP 250 por lo que, por supuesto, el español es el gran favorito para alzar el trofeo. Su primer escollo, esta madrugada, seré el serbio Laslo Djere. “Va a ser el primer torneo en 2023, el primero desde que me lesioné en París, y después de tanto tiempo sin competir, sé que no va a ser fácil volver a arrancar y coger el ritmo, y más jugando contra gente que ya ha jugado varios partidos. Pero para eso estoy aquí”, concluyó el tenista.
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