El lío para la organización de Roland Garros está servido. Ni Rafa Nadal ni Carlos Alcaraz, dos estrellas del tenis mundial, querían jugar por la noche. El murciano, tras haber finalizado dos encuentros más allá de la medianoche, mandó un mensaje claro a la organización: «No sería justo volver a hacerlo. Ya lo he realizado dos veces. Es medianoche y todavía tengo muchas cosas que hacer, comer, fisio… Y no duermes bien porque todavía estás con la adrenalina del partido«, aseguraba. Dicho y hecho: el envite entre Nadal y Djokovic no será antes de las 20:45.
Zverev, el rival de Carlitos en cuartos de final, también ha azotado a las distintas organizaciones de los últimos torneos que ha jugado. Fue crítico en Madrid y ahora también en París, incluso dejando caer que los directores «quieren que gane Alcaraz».
Nadal, por su parte, también avisó de que su duelo con Djokovic se debía jugar de día. El balear, que ya ha dicho que este podría ser su último año en Roland Garros, no ha recibido el trato de favor que esperaba. Finalmente, deberá tragarse sus palabras y su orgullo y tendrá que salir en la noche parisina para competir por un puesto en las semifinales del campeonato. La selección del horario era uno de los grandes atractivos de una jornada que, seguramente, vuelva a terminar a horarios intempestivos.
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