El nadador tarraconense Carles Coll Martí ha escrito una página dorada en la historia de la natación española al proclamarse campeón del mundo en los 200 metros braza en el Campeonato Mundial de Natación en Piscina Corta de Budapest. Con una actuación estelar y un tiempo de 2:01.55, Coll no solo se ha alzado con el oro, sino que también se ha convertido en el octavo nadador más rápido de la historia en esta modalidad. Esta hazaña tiene un significado especial para el deporte español: es la primera vez en diez años que un nadador español consigue ser campeón en un Mundial en piscina de 25 metros. Además, Coll es el primer nadador masculino español en lograr una medalla de oro en toda la historia de los Mundiales de piscina corta.
Una carrera de infarto
Partiendo desde la calle 2, Coll realizó una remontada espectacular, superando a los grandes favoritos: el ruso Kirill Prigoda (competidor neutral y poseedor del récord mundial) y el japonés Yamato Fukashawa. Su estrategia de carrera fue impecable, manteniéndose cerca de Prigoda en los primeros 100 metros para luego lanzar un ataque decisivo.
Un talento forjado en la tradición
A sus 23 años, Carles Coll ya se perfila como la gran promesa de la natación española. Su éxito no es casualidad: hijo de los nadadores profesionales Adolf Coll y Mireia Martí, y entrenado por Sergi López, ícono de los 200 metros braza, Coll ha crecido en un ambiente que respira natación.
Récords pulverizados
El 2024 ha sido un año extraordinario para Coll, quien ha batido nada menos que 12 récords de España. Su tiempo en Budapest no solo le dio el oro, sino que también estableció un nuevo récord nacional, superando por más de un segundo la marca anterior.
Mirando al futuro
Con este triunfo, Carles Coll se posiciona como una figura clave para el futuro de la natación española. Su victoria no solo rompe una larga sequía de medallas, sino que también inspira a toda una nueva generación de nadadores. Como él mismo afirmó: «Este oro dará mucha motivación a todo el equipo español de natación».El oro de Carles Coll en Budapest marca el inicio de una nueva era en la natación española, con la mirada puesta en los próximos Juegos Olímpicos y más allá. El joven tarraconense ha demostrado que con talento, dedicación y el apoyo adecuado, España puede volver a brillar en las piscinas del mundo.