En las últimas semanas han sido noticia algunos directores deportivos como los del Sevilla FC o del FC Barcelona. Son figuras importantes dentro del funcionamiento de la entidad y cada vez están más expuestos ante los focos, para lo bueno y para lo malo. O bien se les alaba su trabajo, como es el caso de Monchi en Sevilla; o bien se les critica por sus decisiones, como le ha ido ocurriendo a Robert Fernández en la ciudad condal. Sin embargo, he reparado en que no se pone excesiva atención a uno de los secretarios técnicos que, a mi parecer, mejor labor han realizado en los últimos años: José Luis Pérez Caminero.
Los fichajes en los equipos son realmente importantes. Tiene un gran peso a la hora de construir el futuro de una entidad deportiva, puesto que girará en torno a ellos. Y un equipo que indudablemente ha sabido hacer esto ha sido el Atlético de Madrid. El conjunto madrileño confió en Caminero en el 2011. Y empezó con una papeleta importante, puesto que le tocó hacer frente a las salidas de Agüero, De Gea, Forlán, Ujfalusi y Reyes. Además del entrenador, Quique Sánchez Flores. Casi nada. El equipo que venía de ganar una UEFA parecía que se descomponía.
Para tratar de superar el alud de salidas, Caminero apostó una gran cantidad de dinero por un jugador que comenzaba a destacar: Radamel Falcao. Se pagó un precio muy elevado, más de 40 millones, por un jugador que todavía no había acabado de explotar. Fue casi lo mismo que se ingresó por Agüero, por lo que comenzaron a caerle las primeras críticas. A este fichaje se le unió la llegada de Arda Turan procedente del Galatasaray, la apuesta por un portero semi-desconocido como Thibaut Courtois, la llegada de Tiago libre y la vuelta de Gabi. A esto hay que sumarle la adquisición de Diego procedente del Wolfsburgo y la de un prometedor Pizzi del Benfica. El entrenador que escogió para suplir a Sánchez Flores fue Gregorio Manzano.
El inicio de esa temporada no fue nada bueno, despertando muchos males que comenzaban a desaparecer de la afición colchonera. El Albacete apeó al Atleti de la Copa del Rey, hecho que provocó la salida de Manzano del banquillo tras únicamente cinco meses. Todo el proyecto parecía resquebrajarse, hasta que Caminero apostó por un nuevo técnico sorprendiendo a todos: Diego Pablo Simeone. La temporada acabó con un nuevo título en las vitrinas del Calderón, tras conseguir la UEFA de nuevo.
La historia todos sabemos como sigue. Un equipo que ha ido ganando en confianza hasta hacerse con una Liga, una Copa del Rey o plantarse en dos finales de la Champions League. Pero sobretodo, un equipo con el que nadie quiere enfrentarse, correoso y que compite siempre. No obstante, la función de Caminero ha continuado vigente todo este tiempo. El madrileño ha conseguido traer al equipo a piezas como el ‘Cebolla’ Rodríguez sin coste alguno, o a jugadores como Demichelis, Giménez o Villa por precios paupérrimos. Además supo tener el criterio de recuperar a jugadores de sus cesiones como Diego Costa o Raúl García, ambos protagonistas en el conjunto del ‘Cholo’.
Y se supo volver a reciclar. Primero fue Falcao el que salió, tras convertirse en el gran referente. Posteriormente fue Diego Costa a quien siguieron jugadores como Courtois, Miranda, Arda Turan o Villa. Pero en su lugar llegaron futbolistas como Oblak, ahora un seguro de vida en la portería; o Antoine Griezmann, al que se le coloca ya entre los más grandes como Messi o Cristiano Ronaldo. Además de muchos más como Yannick Carrasco, un jugador por el que muchos equipos ya preguntan; Stefan Savic, y Sime Vrsaljko, dos defensas que han demostrado un gran nivel haciéndose con un hueco en el equipo; y otros tantos del nivel de Ángel Correa, Nicolás Gaitán, Diogo Jota, Kevin Gameiro o el regreso de Fernando Torres.
Veremos cual es el futuro del conjunto colchonero. Cada vez puede invertir más capital en traer jugadores de renombre, con lo que las búsquedas se hacen algo más sencillas. Sin embargo, los rumores en torno a la salida de jugadores clave como Griezmann, o incluso de Simeone, hacen que la secretaría técnica siempre tenga que estar atenta. O bien para mejorar; o bien para sobreponerse a un duro golpe. Caminero tendría que sacarse otro as de la manga en el caso de que alguno de los dos saliera. Pero ya hemos visto que puede hacerlo.