“Somos contentos”. Nunca una frase incorrecta gramaticalmente hablando había generado tanta simpatía en un colectivo tan grande como es el osasunismo. Su autor, Ante Budimir, se ha convertido en el pichichi rojillo en la que puede que sea su única temporada en Pamplona.
El delantero croata aterrizaba en la capital navarra a comienzos de octubre, en un intercambio de cromos que llevó a Marc Cardona a Mallorca. No obstante, no sería hasta el último día de ese mes cuando el jugador debutaría con la camiseta rojilla. En aquella jornada 8 marcaría el primero de los 11 goles que ha anotado con Osasuna, casi un tercio de los que ha anotado el equipo esta temporada.
Se antoja muy plausible que, si Budimir hubiera llegado un par de meses antes a Pamplona, su cuenta anotadora sería aún mayor a estas alturas. El haber fichado con la temporada iniciada sumado a algunas molestias, un contagio de covid y las variaciones de sistema de Arrasate supusieron cierto lastre del que el croata ha sabido desprenderse con el paso de las jornadas.
Con el Chimy Ávila lesionado y con Calleri asumiendo el rol de segundo punta, el hombre gol de Osasuna esta temporada ha sido Budimir. Ha logrado, incluso, batir en dos ocasiones al Zamora de la Liga, Jan Oblak. Con su excelente remate de cabeza y con la pólvora dispuesta para anotar casi todos sus tantos al primer toque, el croata ha sido uno de los grandes apoyos en los que Osasuna se sustentó para lograr la permanencia con varias jornadas de antelación.
Ese “somos contentos” que el jugador verbalizó en un par de entrevistas a pie de campo fue un fiel reflejo del cambio de humor que vivió la afición rojilla. Después de tocar fondo estando 13 jornadas sin ganar, el club mantuvo la confianza en Jagoba Arrasate y los buenos resultados llegaron, aupando al equipo hasta la cómoda mitad de tabla en la que lleva semanas instalado.
Con la vista puesta en la próxima temporada, el director deportivo, Braulio Vázquez, ya está trabajando en consolidar la plantilla. Renovado David García y negociando la mejora de contrato de Moncayola, el objetivo ahora está en apuntalar la zona de ataque. Adrián tiene todas las papeletas para marcharse al extranjero a vivir sus últimos años como futbolista; Marc Cardona, Brandon y Barbero regresarán de sus cesiones, pero ni ellos ni Enric Gallego cuentan con opciones de ser referentes en ataque; por su situación contractual, Calleri tiene muy complicado echar raíces en un club; recuperado de sus dos graves lesiones, el Chimy Ávila quiere volver a ser el líder del equipo y el club trabaja en su ampliación de contrato hasta 2025; y luego está Budimir.
Al término de su cesión, Osasuna tiene la opción de comprar a Budimir abonando 8 millones de euros al Mallorca, una cifra prohibitiva para el club navarro. Se está hablando de la posibilidad de rebajar esa cantidad a la mitad, pero Croacia ha convocado al delantero para disputar la Eurocopa, por lo que, a nada que su rendimiento se asemeje a lo visto esta temporada, su valor de mercado se disparará, poniendo su futuro lejos de Pamplona. El club quiere que se quede y él no vería la opción con malos ojos.
En caso de no continuar en Osasuna, el recuerdo que quedará de Budimir en El Sadar será igual de bueno que el de otros delanteros que solo permanecieron una temporada en el club navarro, como puede ser el caso de Roberto Soldado. En un equipo donde, históricamente, el gol no ha sido nunca gran protagonista, se agradece ver de vez en cuando a jugadores que tienen la portería entre ceja y ceja y gozan de la eficacia necesaria para anotar tantos salvadores. Budimir ha disfrutado en Osasuna, pero no sabe lo que es jugar en un Sadar abarrotado. ¿Lo experimentará la próxima temporada?
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