Es cuarto y está en cuartos de final. El Villarreal de Marcelino es una de las sensaciones de Europa gracias en parte a su sistema e idea de juego. Nadie por encima de nadie y todos a una. Atlético, Sevilla, Athletic, Valencia, Madrid, Barcelona, Napoli y Leverkusen ninguno de estos pudo ganar en la presente temporada en el Madrigal y solo el F.C.Barcelona pudo empatar ante un equipo rocoso que poco o nada te deja jugar y que en escasos minutos te puede matar. Unai Emery, en su reciente asistencia a la conferencia «Forum Deportes» de la Agencia EFE alabó el trabajo de Marcelino y su equipo a la hora de achicar espacios, la presión y la colocación de los jugadores sobre el terreno de juego. Dicho esto, si hay un jugador del Villarreal que represente lo dicho y hecho hasta el día de hoy, este es Bruno Soriano. Centrocampista castellonense que frente al F.C.Barcelona cumplió 363 partidos con la camiseta amarilla igualando a Marcos Senna, leyenda del club, como el jugador que más partidos profesionales ha disputado al frente del club.
Desde 2006 que debutó en el primer equipo ya son diez, los años de Bruno al frente del club de sus amores y todos estos dan para mucho. Desde que tuvo uso de razón hasta el día de hoy, Bruno Soriano ha defendido el amarillo de Villarreal. Fogueado en las canteras de Villarreal hasta capitán del B, su salto a Primera fue en la temporada siguiente al penalti de Riquelme (06/07). Desde entonces, subcampeonato en Liga, cuartofinalista en Champions, un descenso y a su vez un ascenso, el regreso a la competición europea y la presente temporada. Ha vivido con todo y a su vez ha podido con todo.
Si la temporada pasada el Villarreal no pudo con todo, mucho tiene que ver su lesión y el tiempo que quedó apartado, lejos de los terrenos de juego. En la presente campaña, cuando todo parece tan compacto y esquematizado, su ausencia podría ser el fin a una idea. Es capitán y con razón. Varias razones le llevan a ser valedor del brazalete; jugador de cantera, veteranía y muchos años al frente del Villarreal son razones diferentes para ser el que mande y dirija sobre el césped. A ello, se le suma una madurez futbolística ejemplar. Jugador clave en el sistema de Marcelino, la voz andante en la recuperación y líder en la creación, el fútbol del Madrigal pasa por sus botas.
Su papel no es tan reconocido como el de otros ‘5’ de Europa. Roba, crea, asiste, tiene gol y majestuoso golpeo de balón. Es él quien tira las faltas en el Villarreal. Sus llamadas a la Selección no son una constante, objeto de crítica desde Castellón hacia el seleccionador, Vicente Del Bosque. Pero en Villarreal saben de su importancia y lo hacen valedor. La historia reciente del conjunto de Castellón no se entiende sin la figura de Bruno al costado. Terminará la temporada como jugador del Villarreal con más partidos en el fútbol profesional y a sus 31 años mucho fútbol queda por crear.