El seleccionador Edgardo Bauza se manifestó confiado en la clasificación de Argentina y ya sueña con un triunfo ante Alemania en una eventual final del Mundial de Rusia 2018 con Lionel Messi levantando la tercera copa albiceleste. «No veo esta profesión si no puedo salir campeón: obviamente ese día (en la final de Rusia 2018) va a estar jugando la Argentina. Me imagino contra un equipo europeo, puede ser Alemania, y me imagino a Messi levantando la copa», declaró Bauza en una entrevista publicada por el diario ‘La Nación’.
La selección argentina recibirá el 23 de marzo a Chile, su verdugo en las últimas dos finales de la Copa América, en un partido clave para afianzar las posibilidades de clasificar al Mundial. El conjunto de Messi está ahora en zona de repesca, en el quinto puesto con 19 puntos, uno menos que Chile, y buscará una victoria para escalar a la zona de clasificación directa en la recta final de las eliminatorias sudamericanas. Luego, visitará el 28 a Bolivia en la altura de La Paz.
«Estoy ansioso por asegurar la clasificación para ya pensar en el Mundial», confesó el técnico, que admitió que «el partido con Chile tendrá un gran valor anímico». «El equipo va a dejar la vida, nos jugamos gran parte de la clasificación a Rusia», advirtió Bauza. El entrenador señaló que el sistema que más le gusta al equipo es un 4-2-3-1. «El problema es dónde lo pones al 10», afirmó. Bauza prefiere que el delantero del Barcelona juegue «en cualquier lado, pero a él le gusta jugar por el medio y finalmente termina jugando por el medio». «Yo quiero que al menos referencialmente arranque por la derecha», subrayó.
Bauza apostó en tanto por Paulo Dybala como el jugador con mayor futuro en la selección argentina, después de Messi. «Yo lo voy a llevar al Mundial, pero veo que él no se siente importante», señaló el seleccionador, que aseguró que el delantero de la Juventus es «un jugador impresionante». También apostó por Lucas Alario, de River Plate. La selección volverá a jugar en la ciudad de Buenos Aires, en el estadio Monumental de River Plate, luego de varias fechas de eliminatorias en distintas provincias donde el equipo fue recibido con especial fervor por la gente, a diferencia de la frialdad que mostró la afición en los anteriores partidos en la capital.