Como viene siendo habitual, la superioridad del Bayern frente al resto de los equipos de la Bundesliga sigue siendo abismal. Y ya no solo hablamos de resultados. El juego del equipo parece haber alcanzado su zenit en la tercera y última temporada de Guardiola. La combinación de la posesión de balón, un fútbol más contragolpeador y hasta el juego más directo en muchas ocasiones son la carta de presentación de un Bayern que espera lograr la cuarta ensaladera consecutiva, logro que ningún equipo ha alcanzado hasta la fecha. Cuatro son los puntos que se han dejado a lo largo de los primeros diecisiete partidos, lo que reafirma su enorme potencial. Pese a un bajón final, generado, básicamente, por una plaga de lesiones – otra más -, el Bayern se ha mostrado implacable en casa y así lo demuestran sus goleadas ante sus más inmediatos perseguidores (5:1 ante BVB y Wolfsburg y un 3:0 contra el Bayer Leverkusen). Por último, también es destacable su seguridad defensiva. Solo han encajado ocho goles en la primera mitad del campeonato, de lo que, posiblemente, Javi Martínez y Boateng tengan mucha culpa.
En las competiciones coperas, el buen momento del Bayern también se dejó ver. En la DFB Pokal, FC Nöttingen, Wolfsburgo y Darmstadt no fueron rivales para los bávaros. Precisamente en Wolfsburg, el Bayern dejó un partido para el recuerdo (1:3). En la Champions League, más de lo mismo. Solo el Arsenal fue capaz de arrancarle puntos al Bayern (2:0 en Londres) que vivió tranquilo durante toda la fase de grupos, justo al revés que Olympiakos y los Gunners.
La ESTRELLA: Thomas Müller
Este año sí. Guardiola, por fín, ha dado con la tecla con Thomas Müller. El alemán se ha erigido como un jugador fundamental, pese a que siempre ha existido el debate de dónde situarle. A estas alturas del año ya suma 21 goles entre todas las competiciones (su techo hasta ahora está en 26 en la 13/14). En su tercer año con Guardiola, ahora sí parece que Müller ha encontrado su lugar y no se contempla dejarle en el banquillo, ni siquiera para que descanse.
La REVELACIÓN: Douglas Costa
Sin lugar a dudas, el fichaje más importante de los últimos años. Llegó como un ‘tapado’, pese a lo que costó (30 millones). Casi nadie contaba con él y menos se esperaba que tuviera una aparición tan fulgurante en un equipo plagado de estrellas. Ya desde el primer partido el equipo confiaba en él para que el solo decidiera. El sólo ha dado ya 14 asistencias en 20 partidos. El Bayern encontró al sustituto de Robbery.
La DECEPCIÓN: Mehdi Benatia
El marroquí sigue sin poder aclimatarse al Bayern. Sus constantes lesiones musculares en el muslo no le dejan hacerse un lugar en el equipo. Solo disputó el 37% de los partidos posibles hasta la fecha de esta temporada (el año pasado solo llegó al 47%). Este año partía con ventaja por delante de Javi Martínez y Badstuber, pero al final los dos están ya por delante de él. Sus aptitudes son muy útiles para el equipo, pero debe encontrar un punto físico óptimo si quiere tener oportunidades de jugar regularmente.
El ENTRENADOR: Pep Guardiola
Con su adios ya confirmado, Guardiola ha vuelto a firmar una primera vuelta de ensueño. El Bayern parece, al fin, haber alcanzado su punto álgido en cuanto a juego. Todos le siguen y creen en esa forma de jugar. El único pero sigue siendo la cierta fragilidad en citas a domicilio con equipos de cierta entidad. Tanto Arsenal como Borussia Mönchengladbach ganaron con autoridad a un Bayern que sigue mostrando debilidades ante los más grandes. Aspecto a mejorar.
Nota: 9
¿Qué se espera del Bayern en la segunda vuelta?
Viendo cómo está jugando y los resultados que está logrando, los aficionados ya están apuntando al triplete o, como mínimo, a logar la sexta ‘orejona’. Todo lo que no sea lograr el máximo trofeo continental esta temporada podrá ser considerado un fracaso. El Bayern ha invertido en fichajes para que no pasara lo del año pasado y poder reinar en Europa. Los octavos de final ante una Juventus en línea ascendente evaluará desde primera hora a un Bayern que se juega, podría decirse, la temporada. Quedar fuera a las primeras de cambio sería considerado un fracaso, pese a que el rival es un equipo de primer nivel. Salvo sorpresa, el Bayern debería, como mínimo dos trofeos este año.