Por primera vez, las autoridades rusas han admitido la existencia de un sistema de dopaje institucionalizado enlos últimos años y especialmente durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014.
Anna Antseliovich, actual directora general de la Agencia Rusa Antidopaje (RUSADA) lo ha confirmado en una entrevista en el New York Times: se manipulaban muestras de orina para evitar los controles antidopaje y se encubría el uso masivo de sustancias dopantes. No obstante, Antseliovich niega que el presidente Putin -que rechazó sin ambages las acusaciones de dopaje la semana pasada- y su círculo más cercano estuvieran al corriente de esta irregularidad.
Hasta ahora, las autoridades rusas habían negado categóricamente las conclusiones de los informes realizados por el investigador de la Agencia Mundial Antidopaje Richard McClaren, en los que se acusaba a Rusia de llevar a cabo una estrategia de ‘dopaje institucionalizado’ a varios niveles, con más de 1.000 atletas implicados en eventos deportivos olímpicos de verano e invierno, paralímpicos y no olímpicos. Además, se han encontrado evidencias de manipulación de 28 de las 95 muestras analizadas de atletas rusos en Sochi 2014.
Vitaly Smirnov, miembro honorario del COI y antiguo presidente del Comité Olímpico Ruso, ha realizado comentarios en la misma línea, con matices, en el New York Times: “Desde mi punto de vista hemos cometido muchos errores. Pero Rusia nunca ha tenido las oportunidades que se les han dado a otros países”,