Ayer se disputó el partido de repesca al Mundial entre Australia y Perú. Los sudamericanos partían como favoritos, pero el fútbol es impredecible y terminaron cayendo de una forma cuanto menos curiosa.
Tras un partido y una prórroga en las que pasaron más bien pocas cosas, la eliminatoria llegó a los penaltis. Estaba en juego una plaza en un Mundial, algo muy serio. Llegado este punto, el seleccionador australiano, Graham Arnold, decidió dar entrada a su portero suplente, Andrew Redmayne, guardameta del Sydney FC de la A-League australiana, y terminó siendo la mejor decisión que pudo tomar. El guardameta protagonizó un espectáculo bajo palos lleno de bailes, carantoñas y todo tipo de movimientos para desconcentrar a los lanzadores rivales, lo que se suele llamar el juego psicológico. Otro portero famoso por ello y que juega en Europa es ‘Dibu’ Martínez, guardameta del Aston Villa y de la selección argentina.
Finalmente, la tanda de penaltis se la llevó el equipo australiano gracias a la última parada de Redmayne, ya en la muerte súbita del sexto lanzamiento, y su celebración estuvo a la altura de la performance. Con esto, Australia toma el penúltimo billete a Catar 2022 y entra en el grupo D, donde deberán enfrentarse a Francia, Dinamarca y Túnez. La última plaza se la jugarán hoy Costa Rica y Nueva Zelanda a las 20:00 (hora peninsular). El ganador recaerá en el grupo E junto a España, Alemania y Japón, por lo que debemos estar atentos al resultado de esta última eliminatoria.
Imagen de cabecera: Socceroos